En octubre del año pasado, el país conoció a Lisandry Ayala Montiel, una joven que en ese entonces tenía 21 años y que tras disfrutar de un día de spa en una peluquería en Ciudad del Este se dio a la fuga.
Tras ello, fue detenida y se supo que contaba con antecedentes judiciales por violencia familiar en Asunción; incluso, había sido procesada por estafa en las ciudades de Carapeguá y Paraguarí. A la lista de antecedentes se sumó que supuestamente ya estuvo recluida en la cárcel del Buen Pastor.
También trascendió que era paciente psiquiátrica y que su familia vivía preocupada por la misma, alegando que el motivo de su conducta era su condición mental.
La situación conmovió a los dueños del negocio de belleza, donde dejó una deuda de casi G. 12 millones, por lo que decidieron no presentar cargos con la condición de que la joven devuelva los productos que se llevó a parte del servicio. Ella así lo hizo.
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Luego, un grupo de personas se solidarizó con Lisandry y decidió darle una sorpresa, la enviaron a una peluquería para arreglarla y le prepararon una fiesta de cumpleaños sorpresa, que era su sueño. Así, la joven vivió un día de princesa y la historia terminó con un final feliz.
Nada más se supo de ella hasta que hoy volvió a ser noticia. Se viralizó una fotografía de la misma junto a una patrullera y un policía, con los brazos hacia atrás, esposada.
La noticia se viralizó rápidamente. Lisandry fue detenida en Carapeguá tras cometer una serie de asaltos contra conductores de un servicio de transporte alternativo en la ciudad de Capiatá. Según la denuncia, habría actuado en conjunto con su pareja y fue reconocida por las víctimas.
Actualmente se encuentra detenida en el departamento de Investigaciones de la Policía Nacional, a la espera de un proceso penal.