El mundo cambió hace un poco más de un año atrás, tras el inicio de una nueva pandemia, donde se transformaron las formas de hacer negocio, principalmente. El confinamiento determinó la velocidad de desarrollo y profundización del comercio digital, pero eso, como todo cambio, trajo consigo efectos negativos, según observaron desde la Organización Mundial del Comercio (OMC).
“Se observa actualmente cambio en el proceso comercial, sobre todo en EEUU, donde muchos de los centros comerciales de los pequeños pueblos y suburbios están siendo abandonados, porque hay una dinámica de compras en línea mucho más fuerte y satisfactoria”, señaló Manuel Chacón, consejero de la Misión Permanente de Colombia ante la OMC y participante en la iniciativa relativa a la Declaración Conjunta sobre el Comercio Electrónico.
Las declaraciones se dieron en el marco del seminario virtual para periodistas especializados en información económica, en su 12ª Conferencia Ministerial: ¿Hacia una OMC 2.0?, realizada en Ginebra, Suiza. “En países de la región, donde las transacciones al contado siguen con mayor partición en la cadena de pagos, no están todavía en ese momento. Pero sí ya hay indicios y también hay avances, por lo que no se si sea bueno o malo para el comercio”, aclaró. Muchos comercios físicos se vieron afectados por el e-commerce, que se profundizó a raíz de la pandemia.
Esto va en línea con lo que señalaba recientemente un informe de Mastercard. Mientras el covid-19 mantenía a los consumidores de todo el mundo en casa, casi todo, desde comestibles hasta herramientas de jardinería, se compraba en línea.
Según el último informe Recovery Insights de Mastercard, esto supuso un gasto adicional de US$ 900 mil millones en comercios en línea en todo el mundo en el 2020. Dicho de otro modo, durante el año 2020, aproximadamente 1 de cada 5 dólares fueron gastados en compras digitales, en comparación con aproximadamente 1 de cada 7 dólares gastados en el 2019.