Cómo contar historias y perseguir la verdad en tiempos de fake news, inteligencia artificial y granjas de bots reproduciendo cosas inverificables. Un diálogo con colegas intenta buscar algunas respuestas a un presente desafiante. Ofrecer información de calidad, con temas de interés que aporten a la construcción de ciudadanía crítica y a un debate real sigue siendo la meta.

  • Fotos Archivo y gentileza

Siempre habrá perio­dismo, alguien bus­cando contar aquello que se pretende silenciar. Por­que tiene que ver con la natu­raleza humana, con la liber­tad, con la democracia, con valores que siguen luchando en un mundo difícil acosado por una crisis tecnológica que impacta en el país mucho más de lo que se suele admitir.

En un diálogo con colegas se busca reflexionar sobre esta situación. Francisca Pereira, de Nación Media, expone que las noticias falsas (fake news) “entorpecen mucho el trabajo”. “A veces hace caer al periodista en tendencias a favor de ciertos intereses y eso no está bien. La inteligencia artificial ayuda muchísimo, pero todo depende del olfato que tenga el periodista en rea­segurar todas las informacio­nes, en certificar que vengan de fuentes confiables”, dice.

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Para Antonio Pecci, uno de los decanos del oficio en el país, “la labor de los periodistas y los medios de comunicación sigue siendo fundamental porque la gente que lee las noticias disparatadas y sos­pechadas busca informarse con fuentes confiables. Es decir, contrasta la informa­ción que recibe. Así que la vara ética y la formación profesio­nal deben estar a la orden del día entre los colegas”, expone.

En tanto, Santiago Ortiz, secretario general del Sindi­cato de Periodistas del Para­guay (SPP), entiende que “el futuro del oficio va a depender mucho de que tengamos éxito en la tarea de defender el ofi­cio, defender la importancia del periodismo, las banderas históricas de su uso como una herramienta de transforma­ción, no como una trinchera desde donde generar ataques hacia otros sectores, sino como un espacio para poner en común ante la sociedad diferentes puntos de vista y que podamos ofrecer análi­sis, interpretaciones y que la ciudadanía pueda sacar sus propias conclusiones”.

INTERESES

Belén Paredes, jefa de Prensa de Universo 970 AM/Nación Media, da cuenta de la visibi­lización que en este tiempo se pudo dar a los objetivos reales que tienen la mayoría de los medios de comunica­ción a través de la propiedad del medio. “A nosotros desde siempre nos vincularon como afines de un sector específico, pero existen otros medios que siguen queriendo usar una bandera de libre ejercicio del periodismo cuando se evidencia que lo que persiguen son intereses empresariales”, señala.

“Y el periodista está en medio de esta batalla entre grandes corporaciones, buscando ejercer su rol con cierta inde­pendencia, pero limitados por estas alianzas estratégicas que tiene cada grupo empre­sarial. En este escenario des­taco que se vean estas realida­des para no seguir hablando de una libertad de prensa utópica en grandes corpora­ciones, cuando existen cla­ros intereses de por medio”, expone.

ADAPTACIÓN

Para Paredes, el periodismo tradicional está muriendo y lo digital está terminando por captar todos los espacios.

“Por ende, creo que el oficio debe transformarse y debe­mos adaptarnos al ejercicio del periodismo con las herra­mientas que la era digital nos ofrece, no hay otro camino. La forma de consumir informa­ción cambió con la llegada de internet y las redes sociales”, sostiene.

“Desde nuestros espacios, puedo decir con orgullo que la marca de GEN está dando saltos gigantes en este camino, adaptando contenido informativo a formatos que hoy nos exige la audiencia, como resultado tenemos los números de visualizaciones, demostramos que estamos por buen camino”, destaca.

CREDIBILIDAD

Con relación a la credibilidad de la que gozan actual­mente los medios, Pecci señala: “Creo que el ejer­cicio de la profesión perio­dística sigue gozando de la confianza del público y está ubicado entre los más altos en las encuestas. El desa­fío de informar sigue siendo muy grande por el secre­tismo, que sigue siendo una gran barrera en los temas de interés público. Pero creo que tenemos periodistas y comunicadores muy com­prometidos con brindarinformación veraz y con­fiable”.

“Mientras hayan hechos noti­ciosos, la gente buscará la opi­nión de periodistas de aquí y de otras partes del mundo y luego irán a las redes socia­les. Las nuevas tecnologías pueden ayudar mucho a una mejor labor profesional, como el caso de Google para la bús­queda de fuentes informati­vas certeras. Pero pienso que el periodismo es sobre todo un fenómeno local. Es difícil que un colega del exterior pueda explicar la realidad paraguaya como lo hacen los colegas loca­les. Porque eso es una cuestión de conocer los códigos cultura­les, aunque la regla universal es informar con objetividad, con equilibrio”, afirma Pecci.

Como reflexión final, coin­ciden en que más allá de la necesidad de ejercer el ofi­cio en un entorno seguro y con condiciones laborales respetadas, hechos ocurri­dos recientemente hacen importante alertar sobre las agresiones al periodismo desde los espacios de poder, haciendo especial hincapié en provocar acciones contra el acoso y la violencia hacia las mujeres periodistas. Toda una materia pendiente.

MANTENER LOS VALORES, PERO VARIAR EL MÉTODO

Fabrizio Ferreira, conductor del programa periodístico “Antítesis” del canal GEN/Nación Media

Para el joven comunicador Fabrizio Ferreira, conductor del pro­grama “Antítesis” del canal GEN/Nación Media, el mundo de la comunicación fue uno de los más afectados con la llegada de las nuevas tecnologías y redes. “Lo que antes eran números hoy se traducen en metodologías. ¿Qué tengo que hacer para que alguien se fije en lo que hago? ¿En lo que comunico? Claro está que hay personas que ya se lo preguntaron en algún momento; ahí nace la economía de la atención”, afirma.

“Con la aparición de Instagram o TikTok nos pidieron explicar noticias complejas en redes cuyo promedio de video es de 15 segundos. Antes uno se podía permitir hablar con expertos por horas a través de una entrevista televisiva. Hoy nadie vería esa entrevista, o lo haría un público muy reducido. Y si nuestro rol es informar… ¿a quién informaremos, si la mayoría de las personas no nos ven? ¿Seríamos invisibles?”, plantea.

Ferreira dice que claramente el mercado cambió, pero por eso un comunicador también. Entiende que la masividad de noticias en línea afianza voces de verificación, “nos enseña que todo es mentira hasta que se diga lo contrario. Incluso los videos”. Propone buscar siempre la fuente principal, o al menos una que goce de toda la reputación necesaria para ser tomada en serio.

LA MIRADA Y LA HERRAMIENTA

“Ahí, en este desordenado mundo que antes que encontrar paz, encuentra nuevos cambios, no podemos huir de las herramientas que el mismo desorden –y lo que nos desordena– nos brinda. La inte­ligencia artificial, bien implementada, puede no sustituir el pensa­miento humano, pero sí potenciarlo: una es la mirada que mueve el curso y la otra, la herramienta que simplifica cada acción”, sostiene.

La inteligencia artificial puede ayudarnos a procesar decenas de noti­cias en minutos para confirmar si algo es real o no; puede ayudarnos a resumir ensayos que uno se tardaría días en leer, en solo horas. “No se trata de simplificar el esfuerzo, se trata de ser competitivos en un mundo donde cinco segundos definen si una noticia será relevante, en donde lo que sucedió hace media hora es noticia vieja, y nos puede ayudar a darle un tratamiento informativo rápido y eficaz, en un mundo donde cada minuto se publican más de 80 horas de video. “No debemos cambiar, debemos adaptarnos. Mantener los valores, pero variar el método”, remarca.

“EL PERIODISMO ES LA ESENCIA DE TODO”

César Palacios, máster en Comunicación y Antropología Social

César Palacios, periodista con amplia trayectoria en medios televisivos, considera que para hacer un análisis sobre contar historias en tiempos de la superinformación y redes sociales es necesario “ir al pasado e incluso muy lejos y te divido en tres etapas: el Paleolítico Superior, Edad Media y etapa de medios masivos”.

“Bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos fueron pintados o grabados durante los milenios en los que la cueva de Altamira estuvo habitada, entre hace 36.000 y 13.000 años antes del presente, y ya eran historias que los habitantes de esa época pintaban para contar sus historias o expresar sus deseos. Fernando Anzures, escritor mexicano y experto en marcas, dice que ya en esa época contábamos estados y usábamos los muros para expresarnos”, dice Palacios, máster en Marketing y Comu­nicación, y en Antropología Social. “En la Edad Media surgieron fuertemente el radio so’o, boca en boca, o lo que el marketing le puso el título de “Word of mouth” donde además de propa­garse informaciones, también se generaron muchas noticias fal­sas o incompletas. Y esto sigue hasta ahora, porque no es que la humanidad vive pendiente de medios y redes”, prosigue.

MEDIOS MASIVOS

Explica que la última etapa tiene que ver con la evolución de los medios masivos. “Primero cuando surge la radio en la era de 1920 en adelante, las personas dijeron que era el fin de los diarios que tenían el monopolio de la información. Luego de 1950 con la masi­ficación de la TV, pronosticaron que sería el fin de la radio, y ahora, muchos creen que todos los medios desaparecerán y nos comuni­caremos solo por redes sociales. Pero la radio, sigue más viva que nunca, “reinventándose” en plataformas, la TV en streaming y el diario en digital”, indica.

Asevera que el periodismo es la esencia de todo. “La IA puede hacer una linda nota, pero te podrá salvar una o dos veces, pero si no existe la esencia del oficio es difícil mantener eso. Además, como hay tanta información, el público cada vez será más exi­gente, porque sencillamente buscará el medio que lo satisfaga. El público es el crítico y no quedará solo con un medio o una infor­mación, y si nuestro medio o nuestro análisis no lo es, no podrá seguir”, sostiene.

“Para los que tuvimos el privilegio de nacer entre los 70 y 80, pudimos ver TV blanco y negro o incluso, los que no teníamos TV, peregrinar a la casa de los vecinos para ver nuestro programa favorito. Luego, cuando la TV nos marcaba los horarios porque cada programa tenía su horario establecido. Hoy, esa dictadura no existe, porque el público define que horario puede ver la TV y como quiera”, apunta.

TAMBIÉN ES DEMOCRACIA

César Palacios entiende que la crisis tecnológica puede ser reciente con la cantidad de teléfonos, redes y medios, pero que esa excesiva cantidad de informaciones también es democracia, “porque el consumidor también es el medio que informará con lo que consume y transmite”.

“Creo que en vez de ver que tanta información nos abruma, somos privilegiados por tener al mundo en un celular. Me tocó escuchar radios de ondas cortas al inicio de los 90 y tenía que hacer un arduo trabajo para sintonizar una radio de África del Sur o Cuba, y hoy, con el celular lo tenemos todo a mano, lo que signi­fica absoluta democracia”, concluye.

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