Una innovadora iniciativa de tienda de arte se amplió para involucrar a toda la comunidad para convertir a la capital de la artesanía y de la cerámica en un destino que fusiona historia, experiencia vivencial, gastronomía y turismo.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos: Gentileza

“Toba es una tienda y un taller de arte que fue fundada por tres hermanos. Romina, Alba y yo somos los fundadores. El objetivo fue dar visibilidad al artesano de Tobatí. Nosotros trabajamos inicialmente en las líneas de exposición y ven­tas de artesanías. Estamos prácticamente catalogados como una boutique de arte por las obras bien trabajadas de artesanos con las que con­tamos”, explica Édgar Figue­redo, uno de los creadores de Toba, que con su proyecto de circuito-experiencia “Toba, el rostro del arte” obtuvo el primer premio en el concurso Turismo Joven y Creativo, realizado por la Secretaría Nacional de Turismo (Sena­tur) y la Secretaría Nacional de la Juventud, con apoyo la Oficina de la Primera Dama.

Édgar, Alba y Romina Figue­redo son oriundos de Tobatí, ciudad ubicada a 63 kilóme­tros de Asunción, conocida por su artesanía y con casi 500 años de existencia. Los hermanos, sin poder trazar inicialmente un futuro claro en su pueblo, emigraron a la capital para estudiar en la universidad, recibiéndose él de ingeniero agrónomo y sus hermanas de ingeniera ambiental y nutrición.

“Volver significa para noso­tros agradecer. Para nosotros, regresar a nuestra comuni­dad con un proyecto que no solo nos permite trabajar y aportar en lo que amamos, sino también tender lazos con la comunidad es un privile­gio. Es una forma de retribuir, de sembrar algo nuevo en un suelo conocido. Y trabajar con personas tan importan­tes como son los artesanos de la ciudad. Para nosotros todo este trabajo representa el deseo de construir futuro desde el lugar que nos formó, sin olvidar de dónde veni­mos”, expresa Édgar a La Nación del Finde.

Las famosas máscaras del maestro artesano Néstor Portillo forman parte de la experiencia vivencial en Tobatí

CIRCUITO VIVENCIAL

“Primero empezamos a orga­nizar talleres con artesanos y finalmente terminamos hace un año abriendo una línea más de trabajo, que era el circuito vivencial del arte, una experiencia que pueda invitar a los turistas o a las personas de afuera a cono­cer nuestra ciudad y a disfru­tar de una fusión de historia, de experiencia vivencial, de gastronomía y de turismo”, refiere.

El proyecto trazó un itinera­rio vivencial que incluye el circuito del tallado de madera en la compañía Rosado, donde se concentran los artesanos como el reconocido maestro Néstor Portillo, y el circuito de cerámica, que se hace en la colonia 21 de Julio.

“Es un circuito que parte de Asunción, llega a la tienda, nosotros lo recibimos con desayuno, con música para­guaya, explicamos un poco el concepto de la tienda y luego partimos a las dife­rentes estaciones. Inicial­mente, llegamos a la iglesia, hay un historiador contando un poco toda la historia de la ciudad y de ahí se parte a la experiencia, ya sea cerámica o tallado”, detalla Figueredo.

La propuesta incluye el circuito de cerámica, que se hace en la colonia 21 de Julio

CAPITAL SEMILLA

Con el reconocimiento obte­nido por parte de la Secreta­ría Nacional de la Juventud y la Senatur, el proyecto recibió un capital semilla para llevar a cabo la iniciativa. “Capaci­tamos a los coordinadores de nuestra tienda, capacita­mos a todos los artesanos en un enfoque de turista. Agre­gamos también algunas ini­ciativas como la Estación del Tereré para que los turistas puedan conocer nuestra vida tradicional”, explica el emprendedor.

“También hicimos la recu­peración de una banda muy tradicional de la compañía Rosado, que se llama la banda Para’i. Esto lo hicimos con chicos de una escuela taller de uno de los artesanos para que esa recuperación pueda ser empoderada por niños y adolescentes de la comu­nidad. Entonces nació una nueva banda, que se llama Kamba’i”, comenta.

Esta iniciativa convierte a Tobatí en una parada turística con varias estaciones donde las obras de los artesanos locales cobran alto protagonismo

De este modo, el modelo de comercialización de obras se expandió a un proyecto turís­tico que excede la participa­ción de artesanos, que hasta el momento son 20 personas, para proyectar a la ciudad de Tobatí en su conjunto como una parada turística con varias estaciones.

RECORRIDO INTEGRADO

La tienda Toba donde nació el proyecto ganador del concurso Turismo Joven y Creativo

“Para dar nacimiento al Cir­cuito Vivencial del Arte nos inspiramos en experiencias de turismo cultural que vimos en el extranjero, donde los talle­res y espacios creativos se integran al recorrido del visi­tante. Notamos que muchas veces la riqueza de un lugar no está solo en su paisaje, sino en su gente, su historia y su hacer”, señala Édgar Figue­redo. " En nuestra ciudad, esta propuesta sí representa algo nuevo o, al menos poco explo­rado. Por eso la respuesta de la gente ha sido tan valiosa: se sorprenden al ver que el arte también puede ser una expe­riencia turística, educativa y emocional”, agrega.

Toba cuenta con redes socia­les donde da a conocer los tra­bajos que están en su tienda. La familia Figueredo pronto abrirá las puertas de su pro­yecto muy soñado, Toba Casa Colonial, el centro cultural que será la casa del arte en la ciu­dad de Tobatí con un espacio para museo, tienda y arte bar.

“Para llevar adelante este pro­yecto tuvimos que enfrentar varios prejuicios. Por un lado, el propio miedo a empren­der algo distinto en un lugar pequeño con esa idea de que ‘del arte no se vive’ o que ‘acá eso no va a funcionar’. Tam­bién de parte de otros exis­tió cierta desconfianza inicial hacia la propuesta, como si el arte fuera algo lejano o elitista. Pero sabíamos que todo eso venía del desconocimiento o de experiencias anteriores falli­das. Con paciencia, tiempo y coherencia, fuimos derribando esas barreras, mostrando que el arte puede ser cotidiano, inclu­sivo y profundamente transfor­mador”, concluye.

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