El nuevo disco del excepcional arpista paraguayo se terminó de grabar en estos días en Asunción. Revisita clásicos de la música nacional con invitados que engalanan la apuesta. También incorpora composiciones propias, muchas concebidas antes de la impresionante obra moderna del autor de “Yakaré”. Se presentará este jueves 10 en la Alianza Francesa en un concierto muy especial.

Con su arpa viajera recorrió el mundo llevando siempre la música paraguaya y sus inspi­radas creaciones en el instru­mento. Subió a un escenario a los 5 años pasando por todas las etapas que un músico de tradición sigue en el país: fes­tivales, restaurantes, serena­tas. Hasta que un día su tío Kike Lucena lo invitó a acom­pañarlo a Francia, allá en el lejano 1982.

Ese incansable creador ahora acaba de concluir un sueño: grabó en los estudios Blue Caps con Digno Acuña y Emi­lio José Bareiro en guitarras; Martín González, en bando­neón, y Paula Rodríguez, en el contrabajo, un homenaje a la música nacional. Además, se destaca como invitado central el gran requintista Juan Can­cio Barreto.

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El disco “Folclore profundo” se presentará en el Teatro de la Alianza Francesa (Mariscal Estigarribia 1030) el próximo jueves 10 de abril, a partir de las 20:30.

Aquí su charla con La Nación del Finde:

Para este álbum trabajó con notables profesionales como el ingeniero de sonidos Héctor Benítez Zacarías y Paula Rodríguez (contrabajo)

–¿Cuáles son tus prime­ras sensaciones en medio de las sesiones de “Folklore profundo”, el disco que gra­baste en Blue Caps?

–Son sensaciones muy agra­dables, primeramente por reencontrarme nuevamente con Héctor Benítez Zacarías, con quien yo ya había grabado hace unos 29 años. Él fue el ingeniero de sonido y volver a grabar con él era para mí una gran seguridad porque conozco su trabajo y su cla­ridad. Y además, sentirme rodeado de grandes músicos como Digno Acuña, Martín González, Paula Rodríguez, Digno Acuña y Juan Can­cio Barreto y Emilio José Barreiro fue por demás satis­factorio.

VOLVER A LAS RAÍCES

–Hablaste de una “vuelta a las raíces”. ¿Con qué nos encontraremos en este nuevo material?

–Tenía una idea de volver a mis raíces y de refrescar nueva­mente los oídos de mis com­patriotas. Pensé en que debe­ría realizar un proyecto con música de la época en que me fui, hace 43 años. Esto por­que siento que ahora no es lo mismo. Estoy escuchando muchas cosas que para mí están opacando un poco el folclore. Entonces, mi inten­ción es nuevamente tocar la música paraguaya con el sen­timiento que teníamos en la época en que yo viví por acá. Por suerte encontré esa sen­sación con estos músicos, por­que ellos son experimentados y sienten la música paraguaya, que es lo que estoy tratando de transmitir en este disco.

–¿Cuáles son las piezas que incluye el material?

–Este material va con 12 temas, entre ellos “Che kamba resa jajái”, “Ndarekói la culpa”, “Al partir”, verda­deros clásicos del folclore y composiciones mías como el tema que dediqué a mi padre, “A don Raimundo”. También dediqué a mi madre un tema que se llama “Una pena” y revisitamos “Niñerías”, “Pue­blo jeroky” y “Caminando por Areguá”, entre otros.

–El folclore te acompañó siempre en tu trayectoria. ¿Por qué la necesidad de revisitarlo hoy?

–El folclore lo tengo en la san­gre, en la piel, e hizo parte de mi vida desde que nací. Como se sabe, yo empecé a tocar el arpa a los cinco años y vengo de una familia de músicos y en mi trayectoria artística por afuera siempre he inter­pretado música paraguaya y latinoamericana. Mi base es la música tradicional, eso es indiscutible en toda mi vida profesional, en todos mis espectáculos hay folclore y siempre he mezclado nuestra música con mis propias com­posiciones. Esa fue siempre mi característica, hacer los dos, mostrar mi identidad y tam­bién mostrar mi propio uni­verso musical. Quiero salir de una suerte de ruido que estoy escuchando ahora y que pro­ponen muchos grupos ahora, respetando la elección de cada artista…

“Existe mucha disciplina en mi vida personal y en mi vida artística”, dice Ledesma, uno de los mayores embajadores del arte paraguayo ante el mundo

SENCILLEZ

–¿Cuál es la principal apuesta de este proyecto?

–Estoy tratando de dar una música pura, una música sencilla tal cual es la música paraguaya, sin tantas deco­raciones, sin tantos arreglos, simplemente darle la prio­ridad y el protagonismo a la melodía y a los instrumentos que acompañan, que son típi­cos de nuestra música como el requinto, el bandoneón, el contrabajo, la guitarra y, lógico, ¡el arpa! La idea es dar prioridad a la interpretación, que es muy importante para sentir el sabor y el color de la música paraguaya.

–Entretanto sigue tu admirable búsqueda por mostrar las posibilidades del arpa paraguaya en la que, haciendo una sínte­sis, fuiste desde su ducti­lidad para las melodías del mundo hasta la sinfonía en discos de gran factura. ¿Qué sigue en este camino?

–Durante toda mi carrera he experimentado esa creati­vidad que tengo, que es algo natural y mi manera de com­poner siempre tuvo influen­cias de otros géneros: la música flamenca, la oriental, también del jazz, del rock… En todos estos 43 años di la vuelta a todo eso y ahora vuelvo al folclore porque es mi identi­dad de paraguayo. Mi identi­dad como músico es lo que he creado y toda mi carrera se ha basado en mis propias crea­ciones. Mi búsqueda seguirá, he experimentado muchas cosas y me siento muy satis­fecho por eso, entonces ahora vuelvo a lo que es lo simple y lo sencillo de la música para­guaya. En la mente de un com­positor siempre nacen ideas. Yo a veces digo que voy a parar de componer, pero es impo­sible. Llegan las ideas según las situaciones que yo vivo y el camino que viene segura­mente será la sorpresa. No sé, por ahora estoy muy contento de poder realizar la música folclórica de mi país y esa es mi actualidad. Y más adelante no sé qué me nacerá, posible­mente nuevas sorpresas y nuevas sensaciones.

El celebrado arpista paraguayo Ismael Ledesma, quien reside en Francia, presentará su nuevo disco “Folclore profundo” la próxima semana en Asunción

–¿Cómo ves el arpa para­guaya hoy?, ¿qué te llama la atención?, ¿qué desta­carías?

–El arpa paraguaya está muy vigente siempre, hay muchos jóvenes talentosos. Esto aun­que el panorama aquí en nues­tro país es siempre difícil, veo que muchos arpistas trabajan y veo que están avanzando. Siempre espero un poco de creatividad de parte de los músicos. Por eso me frustra un poco ver que se conforman con tocar los mis­mos temas de siempre…

Pero, bueno, el mercado aquí es así y creo que el público exige también al músico que toque lo que el público quiere ver. Entonces, el artista nor­malmente tiene que también luchar y tomarse el riesgo de presentar cosas nuevas y desarrollar también su crea­tividad.

“El folclore lo tengo en la sangre, en la piel, e hizo parte de mi vida desde que nací”, cuenta Ismael

“HACIA LA EXCELENCIA”

–¿Qué mensaje darías a los jóvenes que ven un ejemplo en tu carrera?

–Lo que yo puedo aconsejar a los jóvenes es siempre ir hacia la excelencia y aprender bien su instrumento y pasar todas las etapas que debe pasar un joven y tener paciencia sobre todo, seguir con la disciplina, con su instrumento y conseguir este espacio para tocar y experimentar, conseguir una gran experiencia para poder anhelar una vida duradera en el arte. También me doy cuenta de que los jóvenes se apuran, que ya apenas tocan el arpa o apenas cantan o apenas están en un circuito y ya parecen estrellas y no es así.

Hay que ser muy perseverante, hay que aprender mucho, tener mucha paciencia y ser humilde. Esa es la regla principal. Si los jóvenes desean tenerme a mí como referencia, bueno, es un honor para mí. Si quieren tomar ejemplo de lo mío, pues tendrán que darse cuenta de que existe mucha disciplina en mi vida personal y en mi vida artística. Y una de las primeras cosas que yo puedo aconsejar es evitar la competencia entre músicos. Eso no tiene sentido y no sirve de nada. A quien hay que agradar es al público y también a sí mismo. He caminado con el arte a mi manera e hice realmente lo que yo quería, que es algo difícil, porque estuve en el extranjero… El que desea arriesgarse también podría ir al extranjero a probar y empezar de cero.

UN FESTIVAL CON IMPRONTA

El maestro Ismael Ledesma organizó durante 2024 el primer Festival Internacional de Arpa del Vexin, lo que fue para él “una gran satisfacción, una gran lucha también por dar un espa­cio al arpa en general, a la clásica, a la celta, la paraguaya y la africana, en fin, a todas las que existen”, comentó. “La idea es hacer conocer el arpa en la región donde yo vivo en Francia, ya que no se conoce prácticamente. Ahora se está preparando la segunda edición que será el 12 o el 13 de setiembre de este año con nuevos invitados”, anticipó.

Entretanto, sigue adelante con el grupo Ysando: “Es muy agradable tocar con mis compañeros Orlando Rojas (gui­tarra) y Andrea González (violín). Entonces, tenemos pre­visto volver a Paraguay con un concierto y seguramente con un nuevo disco. Esa es la principal motivación artística que tengo actualmente”, comentó. Ledesma pulsó las 36 cuerdas en escenarios de Francia, Inglaterra, Alemania, Bélgica, Italia, México, Argentina, Estados Unidos, Japón, entre otros. Tiene más de 25 discos publicados y en 2024 fue escogido por la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) para ofrecer un concierto en el marco de los 20 años de la agrupación.

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