- por Juan Vicente Duarte
- Foto: AFP
Decenas de fotógrafos, centenar de hinchas apostados en el aeropuerto y una vuelta esperada. Esa fue la hoja de ruta de Miguel Almirón en su retorno al club donde supo ser ídolo y referente: el Atlanta United. Pasaron seis años desde que ese delgado extremo zurdo, criado en el barrio San Pablo de Asunción, en el seno de una familia humilde y surgido de la cantera de Cerro Porteño, dejó el club norteamericano para jugar en la denominada liga más competitiva del mundo: la Premier League.
El Newcastle lo tuvo seis años, con momentos sublimes y no tantos.Tal vez por eso, su elección de volver no le resultó complicada. Porque se siente como en casa y arropado por la gente que disfrutó de una de sus mejores etapas como futbolista.
“Atlanta siempre fue una opción por todo lo que pasé aquí. Hubo rumores de otros equipos pero no dudé en venir, estoy muy feliz por ello”, afirmó, luego de recibir el cariño de los hinchas del Atlanta. La idolatría por Almirón se remonta a los años que estuvo en el club, pero fue en la temporada 2018 que tocó el cielo con las manos, cuando lideró al equipo que logró el título de la Conferencia.
Este primero, y de la Major League Soccer después, bajo la batuta de Gerardo “Tata” Martino como técnico, y que justamente le valió su entonces transferencia al Newcastle en una cifra millonaria y récord para el club. “Para los jugadores jóvenes la MLS es una vidriera muy grande, el mejor del mundo (por Lionel Messi) está jugando acá. Volver a Atlanta es algo muy lindo, pero también es una gran responsabilidad. Voy a trabajar muy duro para ayudar al equipo y dar alegría a la gente”, reafirmó Almirón.