Más de una semana de actividades tendrá la celebración de los 100 años de la mujer beatificada por el papa Francisco, quien se destacó por su labor caritativa hacia el semejante. Actividades solidarias y culturales destacan en la grilla.
- Por Jorge Zárate
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- Fotos Archivo / Gentileza
Con una misa central en la Catedral de Villarrica, que se anuncia para el 12 de enero próximo, se coronarán las celebraciones del centésimo cumpleaños de María Felicia de Jesús Sacramentado, popularmente conocida como Chiquitunga. En el programa se informa que el oficio religioso será presidido por el nuncio apostólico Vincenzo Turturro.
“Es algo muy natural esta celebración, entendemos que está espiritualmente bien cargada, que le va a gustar a todo el país, porque esperamos la visita de mucha gente”, comenta César Sosa, gobernador del Guairá.
“Lo que le simboliza a ella es que fue humilde, abierta e hizo el favor a mucha gente, tratando de darle la mayor hospitalidad”, señala.
PERIPLO
Por ello, desde hoy sábado 4 de enero, con la llegada de sus reliquias, se iniciará un periplo de visitas y rezos que involucrará a toda la comunidad de Villarrica y visitantes de todo el país.
Por su parte, fray Juan Antonio Vázquez, de la Comisión de Festejos, explicó que el cerebro incorrupto de la religiosa que se encuentra en un moderno reliquiario reforzado podrá ser saludado hoy en las distintas paradas que efectuará en su viaje desde el convento de las Carmelitas en esta capital hasta Villarrica. En el periplo las reliquias pasarán por Yaguarón, Paraguarí, Escobar, Sapukai, Caballero, Ybytymí, Tebicuary, Coronel Martínez, Félix Pérez Cardozo, Cruce Paraguarí hasta llegar a Villarrica.
ACTIVIDADES
Fray Vázquez recordó que, tras la recepción de la reliquia, en el transcurso de la semana irá visitando distintas parroquias y colegios de la capital del Guairá.
“La vida de un santo nos recuerda los ideales que abrazamos en el bautismo. La beata nos invita a vivir con esperanza el tiempo presente, recordando que ella como paraguaya e hija de la tierra estuvo comprometida con la realidad de su tiempo, tanto en la educación como docente, como trabajadora social junto a los carenciados, que supo forjar amistades y comprometerse como catequista que acompañó a mucha gente en su formación. Así que este centenario es motivo de alegría para ciudadanos y servidores de Jesús”, señala.
Sobre la posibilidad de que la beata alcance la santificación, recordó que se trata de un proceso en el que “necesitamos de un milagro, que Dios pueda intervenir a través de su intercesión en la vida de una persona. Se trata de una gracia sobrenatural, la sanación de alguien, por ejemplo. La intervención divina en esa gracia es lo que se necesitaría”, apunta.
“Es importante que podamos vivir este año con esperanza y gratitud, que sea de renovación de nuestra fe y camino, nuestro compromiso cristiano”, pide.
ACTIVIDADES SOLIDARIAS
El gobernador Sosa destaca: “Vamos a homenajearle como se merece aquí en el lugar donde nació y vivió, porque es una gran beata que puede santificarse en cualquier momento”, apunta.
“Es algo muy importante que a una compueblana se le tenga en cuenta por su gran trabajo y esto nos obliga a hacer bien las cosas. Ella con su trabajo es reconocida a nivel mundial, nos hace bien y nos da una gran responsabilidad”, dice.
Sosa explica que habrá también actividades solidarias para honrar su memoria indicando que en el departamento “hay organizaciones que todo el año están haciendo el bien común no solo por su fecha de aniversario, ya que se trata de predicar y de hacer, mostrar con el ejemplo”, apunta.
Recuerda entonces que se tienen problemas sociales. “Tenemos carenciados a los que tenemos que cambiarles sus casas, sus formas de vida, hay una pobreza importante que tratamos de combatir día a día. Necesitamos mejorarle la infraestructura a la gente, enseñarle a sacar el pescado, no darle nomás el pescado, como dice la Biblia”, señala.
Expone entonces que “si bien falta mucho, demostramos a pasos agigantados cómo vamos a ayudar a la gente carenciada, con fuentes de empleos, infraestructuras, kits de alimentos, etc.”, concluye.
El proceso
Nacida como María Guggiari Echeverría en Villarrica un 12 de enero de 1925, ya en el convento de la Orden de las Carmelitas Descalzas adoptó el nombre religioso de María Felicia de Jesús Sacramentado.
Conocida cariñosamente como Chiquitunga, la causa para su canonización comenzó en tiempos del papa Juan Pablo II, en 1997, después de haber recibido el título de sierva de Dios. Al confirmarse sus virtudes heroicas, el papa Benedicto XVI le confirió el título de venerable el 27 de marzo de 2010 y el papa Francisco confirmó su beatificación el 23 de junio de 2018.
El proceso para investigar un milagro abarcó del 23 de marzo de 2005 hasta el 27 de abril de 2007 y recibió de la Congregación para las Causas de los Santos (CCS) la validación el 14 de noviembre de 2008. Su milagro implicó la curación de un bebé, Ángel Ramón, quien no mostró señales vitales en el nacimiento, pero los recuperó después de 20 minutos por las oraciones hechas por la intercesión de Chiquitunga.
Los expertos médicos en Roma aprobaron el milagro, que fue presentado en su reunión el 1 de junio de 2017. Los teólogos aprobaron el caso el 30 de noviembre de 2017, así como hizo la CCS el 6 de marzo de 2018. El papa Francisco aprobó este milagro unas horas más tarde y confirmó su beatificación. Chiquitunga fue beatificada en un acto realizado en el estadio General Pablo Rojas el 23 de junio de 2018 que fue presidido por el representante del papa, el cardenal Angelo Amato, y el postulador de la causa fue el Rev. Romano Gambalunga.
Inusitada piedad
Su vida se apagó un 28 de marzo de 1959, a la edad de 34 años, por un problema de salud. Ella era la mayor de entre siete hermanos y pertenecía a una familia tradicional, de buena posición y educación de la ciudad de Villarrica.
De niña se destacó por su inusitada piedad e inclinación hacia las obras de caridad, mostrando una inusitada entrega a los más pobres y los desvalidos desde su ciudad natal, donde pudo conocer de cerca las enormes carencias y la profunda angustia que genera la pobreza. Luego de tomar los hábitos, ya en una etapa adulta, Chiquitunga decidió trabajar de lleno como carmelita descalza por los menos favorecidos y de esta manera se desempeñó activamente dentro del movimiento Acción Católica hasta los 30 años.