El equipo de muralistas destaca el trabajo en conjunto que realizaron para embellecer un sitio emblemático y las posibilidades del arte para favorecer el reencuentro de la ciudad con su gente.

El mural “Yma, memo­rias del río” fue inaugurado el 29 de noviembre pasado en el Centro Cultural del Puerto de Asunción. Se trata de una obra colaborativa creada por muralistas seleccionados en una convocatoria de la Secre­taría Nacional de Cultura

Trabajaron en él Marcus Igle­sias, Macarena Marc, Maya Raimondo, Noemí Ortega, Rhania Pankow y Enzo Iba­rra, con la coordinación del colectivo de artistas Estudio 8. Cuatro de ellos cuentan a La Nación de Finde la expe­riencia, sus sensaciones y el momento que vive el mura­lismo en el país.

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Raya de Río destacó que el muralismo es cada vez más valorado

“REFLEJAN LA DIVERSIDAD”

Maya Raimondo Aparici es conocida entre los artistas visuales como Raya de Río y aquí cuenta las sensaciones de su intervención en los murales:

“Destaco la respuesta del público, cómo la gente se impactaba ante las historias que nosotros contábamos en las paredes y cómo ellos tenían también la necesidad de contar su propia historia alrededor del puerto. Se sen­tía el hecho que le hayamos dado hace tanto tiempo la espalda al puerto de Asun­ción, tanto física, económica como culturalmente. La idea de nuestros murales era vol­ver a abrazar ese puerto de forma cultural y esa devolu­ción de la gente me hizo sentir que nuestro trabajo tenía un propósito más que personal, también un propósito social”.

Sobre los impactos del mura­lismo en la ciudad, expuso que “de a poco va siendo cada vez más valorado por la gente, por nuestra sociedad. De repente por la situación actual de nuestro país puede haber un desgano. Muy fácilmente uno puede sentirse decepcionado al ver que de repente pensa­mos o sentimos que no vamos avanzando, pero creo que no nos damos cuenta de que a veces vamos dando peque­ños pasitos y a veces pasos más grandes hacia volver­nos un país mucho más rico culturalmente, al igual que nuestros hermanos de Amé­rica Latina, que en su mayoría tienen mucho más valorizado el arte y la cultura a través del muralismo”.

Mediante el arte este emblemático espacio vuelve a encontrarse con la gente

EDUCAR EN EL ARTE

Al preguntarle qué sugeriría hacer para promover la pin­tura de murales en las ciu­dades, señaló que “es impor­tante usar las redes sociales para educar en este arte, lo cual nos ayuda a tener un alcance mucho más grande. También el apoyo de cen­tros culturales, de volver los murales y el arte entre comi­llas callejero algo de interés cultural que las personas pue­dan verlo y sentirse identifi­cadas con lo que ven”.

Como reflexión final, apuntó que “hace no mucho tiempo el arte, el muralismo en las calles, no era bien visto y que hoy esté siendo impulsado por entes gubernamentales o por entes culturales, más allá de lo privado, es un gran avance. Me emocionó mucho que esto salió desde la SNC y que ellos vean la cultura como algo mucho más des­estructurado”.

Enzo Ibarra destaca que las empresas están invirtiendo cada vez más en arte

TRABAJO EN CONJUNTO

Enzo Ibarra, quien todavía celebra que el Club Olimpia haya usado sus diseños, fue parte del equipo que encaró los murales. “Uno de los pun­tos que resalto de este pro­yecto fue el trabajo en con­junto, ya que en mi caso y diría que la mayoría de los artistas que fuimos selec­cionados estamos acostum­brados a trabajar solos, de manera independiente y adaptarnos a un nuevo pro­ceso de trabajo en conjunto era personalmente un desafío nuevo. Lo bueno es que se alcanzaron los objetivos que buscábamos e incluso supera­mos nuestras expectativas del diseño que realizamos para poder plasmar en el puerto”.

Ibarra entiende que la pintura de murales está viviendo un apogeo: “En estos últimos tiempos se está apostado mucho al muralismo, cen­tros culturales como fue en este caso el puerto, empre­sas, marcas u organizacio­nes están dando mucho espa­cio a los artistas nacionales. Obviamente esto nos viene bien, ya que nos dan oportu­nidad para poder mostrar lo que hacemos, lo que nos gusta hacer. En este proyecto del puerto mucha gente se acercó a demostrar su aprecio y admiración por lo que está­bamos haciendo. Esto es algo muy gratificante para uno. Al final es una obra destinada para ellos, ya que está en un espacio público”.

Los artistas destacaron la experiencia de trabajo en conjunto

Al hablar sobre la manera de promover este tipo de inicia­tivas, indicó que es necesario “seguir apostando al arte, crear proyectos, concursos, actividades que involucren a los artistas, darles el recono­cimiento adecuado, valorar­les, respetarles porque en fin es una profesión que va cre­ciendo de a poco. Lo bueno también es que sentimos que las empresas y marcas quie­ren profundizar más en esto y arriesgan en ello. Hacen lo necesario también para inver­tir y generar contenido con los murales, ya sea contando una historia, experiencias, pro­cesos y van compartiendo en sus redes sociales. Eso ayuda mucho para que pueda llegar a más gente y pueda hablarse más sobre este mundo del muralismo”, consideró.

“ES UNA VIVENCIA QUE NUNCA VOY A OLVIDAR”

Rhania Pankow destacó que tanto los participan­tes del concurso como los integrantes del Estu­dio 8 se destacaron por su humildad, creatividad y enorme talento.

“Es una vivencia que nunca voy a olvidar, saber que una parte de mi arte quedará en el puerto es un gran honor. Es una experiencia que me ins­pira cada día más a seguir pintando y creciendo en el mundo artístico”, afirmó.

Sobre la irrupción de murales en la ciudad, comentó: “Este año noté más murales que nunca en Asunción, lo que me hace sentir que la gente está mostrando un interés creciente por el arte. Especialmente en los espacios públicos se percibe un reconocimiento mayor hacia esta forma de expresión artística, que no solo embellece los lugares, sino que también conecta a las personas con mensajes y culturas a través del arte, fomenta la unión en comunidad”.

“PUDIMOS HOMENAJEAR A LOS PAYAGUÁS”

Noemí “Konan” Ortega destacó agradeció especialmente la oportunidad porque “vengo de pasar una etapa muy difícil en mi vida, con un accidente en el que casi pierdo la vida. Este fue el primer mural que hago después de aque­llo y agradezco el apoyo, la ayuda y el cuidado que recibí de todas las personas que fueron involucradas en este proyecto”.

Dijo a su vez que en el fragmento que le tocó ilustrar “pude incluir a comunidades origina­rias, los payaguás, que me parece importante como el hecho de reconocer la botánica, la espiritualidad, el sentido de comunidad y un montón de otras riquezas fantásticas que nos legaron”. Señala que su labor “tiene que ver mucho con el artivismo social e intento retra­tar a la memoria viva, por ejemplo de la cultura afrodescendiente que también acá tenemos. Por eso una de las estibadoras tiene rasgos afrodescendientes, mostrando también que en distintas épocas ya existieron culturas diver­sas dentro de este país tan rico”.

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