- Por Jorge Zárate
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- Fotos: Gentileza
Con la conducción de Julio Dávalos, los sábados de 15:00 a 17:00 en la FM 95.1 de Radio Nacional del Paraguay, se puede hallar este verdadero oasis para el rock nacional.
“Con este espacio se hace realidad un deseo que nació antes de decidir estudiar la carrera de periodismo. El programa se funda en la necesidad de recordar a través de la música a los pioneros del rock paraguayo”, recuerda Julio Dávalos Acuña, conductor del espacio y periodista especializado en el género.
“También el espacio es dedicado a la difusión de lo nuevo, los músicos llegan y tocan un acústico, además de presentar sus grabaciones, demos, nuevas canciones”, comentó recordando que el programa se puede escuchar en www.radionacional.gov.py.
“La agenda es también un momento importante dando aviso de los toques del fin de semana”, cuenta Julio, que hace una especial selección de temas del rock paraguayo, especialmente de las décadas de los 80, 90 y 2000.
El periodista agradeció a “los escuchas que siguen ‘Vibración rock’, entendiendo que esa fidelidad se da ante la carencia de programas que emitan la llama que encienden los músicos dedicados al estilo, lo que acrecienta el mensaje de contracultura que nació bajo la dictadura, pero que con el correr de los años mantuvo el espíritu y la energía que la caracteriza”.
Aquí su diálogo con La Nación del Finde:
–¿Qué te vienen dejando las emisiones de “Vibración rock”, un verdadero oasis radiofónico para los cultores del género?
–Sensaciones encontradas, porque en cada emisión de “Vibración rock” me transporto principalmente a aquellos años 90, cuando se produjo el boom del rock paraguayo en lo relacionado a la aparición de las bandas en los géneros de rock y metal, además de la producción de demos tapes y la organización no solo de conciertos, sino de festivales al aire libre. También me emociona, aunque no debiera, porque el espacio se trata de una tarea profesional, porque a través de la música repasamos la historia, por lo que uno debe preparar el programa para no improvisar. Y sobre la emoción, el estar cerca en comunicación con los cultores del género, a los que los veía y escuchaba frente al escenario y/o en las FM (los pocos espacios que había) o tapes, se trata de otra sensación. En este ciclo de dos temporadas “Vibración rock” recibió una distinción de parte de Nash, la primera agrupación de heavy metal en Paraguay. La entrega fue el 31 de octubre pasado luego del concierto conmemorativo a su 40.º aniversario
–¿Cómo ves al rock en el país hoy? ¿Qué bandas nuevas venís escuchando o te parece que impactarán en la escena?
–La transición de lo análogo a lo digital ayudó para que las agrupaciones se promocionen más allá de las fronteras. Esto que se vivió en los 90 y en la primera década del 2000 revolucionó todo en producción, salas de ensayos, grabación y apoyo de algunas firmas para el desarrollo de los festivales y/o conciertos al punto de que hoy día el grupo que no tiene un videoclip junto a la nueva canción está un escalón abajo. En el metal, escucho y sigo a Khyron, Steel Rose, Nigthbound, Wisdom, Mythika, Kuazar, Stainkrug, Power Drive, Toxic Avenger, Batallón, Querubes, 220 Voltios, Hard Faces, Bajo Zero, Viernes 13, Black Fire. Estas son las bandas que se posicionaron en la escena. En el rock en general, Eyesight, Épica, A Días de Júpiter, Humanoide, Gaia, Gaudí, Villagrán, Astrea, Gato, Salamandra, Flou, Deliverance, Kieng Creemkeson?!, grupo paraguayo que rinde tributo a King Crimson.
–La rebeldía, cierta contestación al sistema, valores de contracultura, ¿siguen estando en el rock?
–Continúa el mensaje contestatario. Algunos expresan mensajes patrióticos, otros filosóficos. La lírica es importante, no solo la vestimenta. También influye la creatividad de cada grupo, tanto en la presentación de las portadas de sus materiales como del merchandising en sí. Lo que sí se puede afirmar es que cada agrupación tiene su marca registrada, de acuerdo al estilo y año en que estuvo o está presente en la escena.
–Tu archivo, que imagino crece con los días, atesora objetos increíbles, anuncios, etc. ¿Qué es lo más raro o lo que más apreciás de lo que conservás contigo?
–Los flyers y afiches caseros son los que más quiero porque marcaron una época dorada, la del boom, me refiero a los años 90. Fueron los años que estuve más de cerca en la escena al colaborar con la difusión de los demos en la radio comunitaria Ko’ê Phyhú, del CEUNIRA, en un espacio que se denominó “Sábados de headbanger”. También en la Facultad de Filosofía surgió la idea, con el recordado Vicente Páez y Nelson Chamorro, la producción de Power Zine, una especie de revista que tuvo la corta duración de 2 números, pero que conservo con especial afecto.
–¿Te parece posible alguna norma que establezca un cupo de emisión de música nacional en las emisoras?
–El rock es parte de la música paraguaya, porque los estilos hechos en tierra guaraní contienen la esencia de lo nuestro, por lo que alguna vez debe nacer la idea de establecer no solo un cupo de emisión nacional, sino que las frecuencias y amplitud moduladas presenten contenido de rock paraguayo, tal como lo hace Radio Nacional del Paraguay, FM y AM. Ello sería una buena forma de medir la vara del crecimiento cultural y profesional de los artistas.
ANTICIPO
Julio Dávalos Acuña lleva años ligado al movimiento del rock y entiende que “Vibración rock” ayuda a expresar la contracultura paraguaya, que nació, crece y se fortalece por medio de los artistas emergentes. “Pude descubrir la esencia del rock paraguayo en el compilado de canciones que recolecté a lo largo de estos años”, afirma.
Por ello no puede dejar de citar una novedad que los cultores del género apreciarán: “Te paso un adelanto. En conversación con Saúl Gaona, de Pro Rock Ensamble, en el día del 41 aniversario del LP “Música para los perros” confirmó que se encuentran en la tarea de reeditar el citado trabajo discográfico en el formato vinilo”, comentó del que fuera el primer disco del género en el país.