• Por Martín Villagra
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• Fotos: Gentileza/Fátima Vázquez

La maratonista Fátima Vázquez obtuvo reciente-mente la Medalla de Plata Sudamericana en Buenos Aires, Argentina. En 2 horas y 44 minutos completó los 42 kilómetros y 195 metros. También participó de la Media Maratón Internacional de Asunción (MIA) de 21.095 kilómetros, quedó cuarta, a solo segundos del récord nacional.

El último fin de semana ganó la corrida New Balance de San Pablo (Brasil) de 7,5 kilómetros, que completó en 28 minutos. Tiene como objetivo seguir creciendo profesionalmente, romper marcas y a largo plazo lograr la clasificación a unos Juegos Olímpicos. Es potencial candidata a una beca económica del Gobierno a través de la Secretaría Nacional de Deportes (SND) para el 2025.

“Recién estoy empezando, hace tres años que vengo enfocada, entrenando de forma más profesional. No tengo fecha de vencimiento, seguiré hasta que mi cuerpo diga basta”, aseguró Fátima en charla con La Nación del Finde. Se inició en el atletismo gracias a una amiga, que la invitó, aunque primero fue un hobby.

Estudió la carrera de periodismo durante dos años, pero correr es su vida. “Me gusta correr, porque encuentro paz y motivación para seguir adelante. Este deporte me salva. Varias veces había tenido depresión, fui a todas partes, pero no encontré lo que me dio el atletismo. Las ganas de vivir, seguir luchando por algo, aferrándome a esto hasta donde pueda. Jamás voy a darle el gusto a esa gente que me había dicho ‘perdés el tiempo’”, aseguró.

Está de pie todos los días a las 4:00 para arrancar su rutina. Vive cerca de la Secretaría Nacional de Deportes (SND), su principal lugar de entrenamiento. “Me dedico a mi deporte, fuera del mismo no tengo compromisos laborales. Ahora que se me va a otorgar una beca, estaría viviendo de mi trabajo”, comentó.

“Nadie quiere formar parte del proceso, solo del resultado. Cuando ganás una medalla recién la gente de arriba te da atención. Mi único sponsor es Farmacenter”, comentó la maratonista.

Conseguir auspicios es un dilema, como el de muchos deportistas en Paraguay. “Una amiga me ayudó a preparar un currículum deportivo para conseguir apoyo de cara al sudamericano. Repartimos por todas partes, pero nada. Seguramente hay que tener cara bonita, o miles de seguidores en redes sociales, porque eso es lo que vende”, se quejó. “Ser atleta de alto rendimiento es muy duro, más todavía si vas a empezar de cero y venís de una familia humilde. Mi logro reciente es gracias a la gente que me apoyó cuando pedí ayuda a través de las redes sociales”, admitió.

Tuvo bajones en su camino, le decían “búscate trabajo fijo y seguro para tener experiencia”. Aún así, nunca bajó los brazos y se siente orgullosa de lograr algo importante como una medalla a nivel sudamericano. “A los jóvenes, les digo que hagan oídos sordos a todo lo negativo que digan por el camino. Aférrate y lucha, es tu sueño, no el de ellos. Ten fe, pídele a Dios de corazón y oirá tus súplicas. Así lo hice para el sudamericano”, aconsejó.