Con experiencias, buena preparación, se enfoca en Hawái, en la mayor competencia internacional de la disciplina.

Los grandes éxitos se alcanzan con el compromiso, la buena preparación, la disciplina, la consistencia, más la motivación. Así lo hizo el triatleta Alfredo Ramírez Pinho, quien emocionó a todo Paraguay con su victoria en el Ironman de Wisconsin, Estados Unidos, hace 15 días. Ahora, tras recuperar sus energías, ya se prepara para el próximo gran desafío, el Mundial de Hawái, en donde se presentará para ganar llevando la tricolor bandera. El oriundo de Ybycuí, departamento de Paraguarí, el futbolista convertido a atleta de resistencia, conversó con Versus Arena de Nación Media y contó las exigencias de las pruebas, su día a día compaginando trabajo, entrenamiento, familia y sus grandes sueños.

CUERPO Y MENTE

El atleta guaraní contó que la carrera de Wisconsin fue especial y tenía que ganarla por varios motivos. “Llegó mi tercer hijo, el sábado anterior a la prueba le dieron el alta y al día siguiente fui a competir con el empuje de él”, contó Alfredo Ramírez. ”Fue una carrera A para mí, tenía que ganar. Tuve una preparación intensa. Para ganarla tuve que empujar mi cuerpo y mente al máximo nivel. Antes de la carrera me sentí muy confiado, aunque cualquier cosa puede pasar durante la competencia, pero controlé la carrera muy temprano. La prueba de bicicleta fue la más dura, paré 5 veces, porque se cayó mi nutrición, y ese tiempo suma, pero igual fui segundo en el circuito, en donde tengo el actual récord del maratón 2019. Toda la corrida tuve bien controlada, reservando energías en caso de que tenía que empujar en el último tramo y controlé hasta el punto final. La emoción que tuve cuando agarré la bandera paraguaya y estar en la pantalla, ante las cámaras, fue única”, sintetizó el atleta.

TRABAJO Y DEPORTE

“Mi vida es muy difícil. Para mí es complicado terminar un entrenamiento diario, porque trabajo 45 a 50 horas por semana. Soy asistente cirujano en un sanatorio de oftalmología. Me tengo que acostar a las 20:00 para poder despertarme temprano, a las 4, entrenar dos horas antes de irme al trabajo. Mi señora lleva a los chicos a la guardería. Si salgo primero del trabajo retiro a los chicos, preparo la cena y realizo mi segunda sesión de entrenamiento”, contó Alfredo, quien valora el apoyo para mantener un ritmo tan exigente. “Mi esposa, su familia, la mía, los amigos siempre me soportan. Mi preparación de tiempo completo no es posible, por lo que tengo que mejorar bastante. Es difícil por mi trabajo, pero es la vida que escogí. Todo es posible si está comprometido con el deporte, solo tenés que tener disciplina y consistencia”, tiró seguro el triatleta.

EXIGENCIA EXTREMA

“Tenía un entrenador profesional con quien trabajé por 4 años, luego me independicé. Ahora hago todos los planes solo y tengo además 20 atletas a quienes ayudo a prepararse. En cuando a mi dieta, no como afuera. Preparo todo lo que como. Mi entrenamiento es extremo, siempre se tiene hambre y hay que comer y comer. Hay día que debo levantarme a la medianoche del hambre para comer, porque el cuerpo necesita más caloría. Por supuesto que no salgo, no consumo bebidas alcohólicas. Me dedicación es 100 % al deporte, porque tengo que ser ejemplo de mis atletas, la comunidad y Paraguay”, se motiva.

EMPUJES IMPORTANTES

Encarar una preparación tan exigente sin la ayuda real es casi imposible, pero Alfredo se ingenia para seguir adelante, nada lo detiene, siempre da más.”Recibo mensaje de todo el mundo, y el apoyo de triatletas de Paraguay como la señora Carmen Castillo, quien me ayuda en cualquier necesidad, ella es una de las mejores que conozco y Belén Valdovinos, que vive en Texas, entre otras personas, pero nada del Comité Olímpico Paraguayo hasta el momento, pero puede darse más adelante”, confesó.

EL DESAFÍO

“El próximo desafío para mí es el Campeonato Mundial de Hawái, el 26 de octubre, la competencia internacional más importante. Ahora estoy recuperándome para estar óptimo en la carrera. Estuve allí en varias ocasiones, pero hora sé el secreto de cómo entrenar y cómo llegar y representar a nuestro país lo más alto posible. Mi meta para esta carrera es ganar en la categoría de mi edad o el general. Yo creo que puedo”, confío Ramírez. Después de Hawái quiere tomar su carta profesional, para competir profesionalmente llevando la bandera tricolor y eso sería para el 2025.

LO MÁS COMPLICADO

“Cada disciplina tiene su dolor, pero el dolor es temporal. Usualmente la natación es el 80 %, pero el más difícil son los 10 últimos kilómetros de la maratón, te vas avanzando paso a paso”, explicó Alfredo sobre las dificultades que se encuentran en una competencia extrema.”No tengan miedo de explorar cosas nuevas, no necesariamente triatlón, y uno nunca sabe, qué puede hacer el cuerpo. Quiero agradecer a la gente que me envío mensaje de apoyo. Siempre estaré representando a Paraguay”, destacó el triatleta ybycuiense.

La preparación, la disciplina y la motivación son esenciales para llegar a los objetivos, tira el triatleta paraguayo. Foto: @ALFREDORAMIREZ

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