En el corazón de la península de Yucatán, al sureste de México, Valladolid es un tesoro escondido, conocido no solo por su rica historia y cultura, sino también por sus impresionantes cenotes que son producto de procesos geológicos que llevaron miles de años.

  • Por David Sánchez
  • Fotos David Sánchez

Los cenotes de Yuca­tán se formaron hace miles de años debido a un proceso geológico conocido como karstifica­ción, donde la roca caliza es disuelta por el agua, creando sistemas de cuevas y ríos subterráneos. Estos ceno­tes son parte de un vasto sistema de aguas subterrá­neas que se extiende por toda la península. Durante la época de lluvias, el agua de la superficie se filtra rápi­damente a través de la roca permeable, llenando los cenotes y creando especta­culares cascadas subterrá­neas.

La vida en los cenotes es única y diversa. Además de peces como tilapias y bagres, muchos cenotes albergan microorganismos y crus­táceos que no se encuen­tran en ningún otro lugar del mundo. Estas especies han evolucionado para vivir en las condiciones especia­les de luz y temperatura que ofrecen los cenotes. La pre­sencia de aves como el pájaro toh, también conocido como pájaro reloj, añade un ele­mento adicional de encanto y biodiversidad a estos luga­res mágicos.

Los cenotes no solo son maravillas naturales, sino también tesoros culturales. Los mayas consideraban los cenotes como portales sagra­dos al inframundo y los utilizaban en sus rituales religio­sos. Hoy en día, los cenotes son una importante atrac­ción turística, proporcio­nando ingresos vitales para las comunidades locales. Los visitantes pueden expe­rimentar la belleza y el mis­terio de estos lugares a través de actividades como la nata­ción, el buceo y las excursio­nes guiadas.

Estas formaciones naturales, únicas en su tipo, son el resul­tado de procesos geológicos que datan de miles de años. Este artículo explora cuatro de los cenotes más emble­máticos alrededor de Valla­dolid: Xkeken, Samula, Zaci y Oxman.

Los mayas consideraban al cenote Samula como un portal sagrado al inframundo

CENOTE XKEKEN

El cenote Xkeken, también conocido como Dzitnup, es uno de los más famosos de la región. Según la leyenda local, este cenote fue descubierto por un campesino que seguía a su cerdo perdido. Al encon­trar al animal, se dio cuenta de que estaba bebiendo agua fresca de un agujero en el suelo, revelando la existen­cia de esta impresionante caverna subterránea. Los habitantes de la región cuen­tan que el descubrimiento de Xkeken cambió la vida del campesino, quien comenzó a compartir el hallazgo con los vecinos, transformando el cenote en un lugar de encuen­tro y suministro de agua.

Xkeken es un cenote cerrado, lo que significa que está cubierto por una bóveda natural. La luz entra a través de peque­ñas aberturas en el techo, creando un efecto mágico de luces y sombras en el agua cris­talina. La formación de esta­lactitas y estalagmitas alrede­dor del cenote añade un toque místico, convirtiéndolo en un lugar popular para la fotogra­fía y la exploración. La pro­fundidad del cenote, alrede­dor de 10 metros, y su agua cristalina lo hacen ideal para nadar y bucear, permitiendo a los visitantes sumergirse en un mundo subterráneo fasci­nante.

CENOTE SAMULA

Muy cerca de Xkeken se encuentra el cenote Samula. Ambos cenotes están tan próximos que a menudo se visitan juntos en una misma excursión que tiene un coste de unos 12 dólares. Una his­toria popular cuenta que en la época prehispánica, los mayas consideraban a Samula como un portal sagrado al infra­mundo y lo utilizaban para rituales religiosos. Los rela­tos locales hablan de ofren­das ceremoniales arrojadas al agua, con la creencia de que los dioses recibirían los sacrificios y bendecirían a la comunidad con lluvias y bue­nas cosechas.

El cenote Samula es conocido por su gran apertura en el techo, que permite la entrada de un rayo de luz solar directo que ilumina el agua azul tur­quesa. Este efecto de ilumi­nación natural es particu­larmente hermoso durante el mediodía, cuando el sol está en su punto más alto. La combinación de luz y som­bra crea un ambiente etéreo, casi sobrenatural. Samula es también hogar de peces gato y tilapias, que nadan alrededor de los visitantes, añadiendo un toque de vida al sereno entorno. Los visitantes pue­den disfrutar de nadar en sus aguas frescas, rodeados por la belleza natural y el eco de las historias antiguas.

Los cenotes alrededor de Valladolid tienen su propia historia y características úni­cas, desde la magia luminosa de Xkeken y Samula, hasta la accesibilidad urbana de Zaci y la riqueza histórica de Oxman. Visitar estos y otros cenotes de la región es una experiencia que conecta a los visitantes con la natura­leza, la historia y la cultura de Yucatán, ofreciendo un viaje inolvidable a través del tiempo y el paisaje.

‘Los cenotes de Yucatán se formaron hace miles de años debido a un proceso geológico conocido como karstificación, donde la roca caliza es disuelta por el agua, creando sistemas de cuevas y ríos subterráneos.

CENOTE ZACI

El cenote Zaci es semiabierto, con una parte del techo colapsada

El cenote Zaci se encuentra en el centro de Valla­dolid y tiene una historia rica y variada. Antigua­mente, era utilizado por los mayas para abaste­cerse de agua y, según algunas historias locales, también fue un lugar de refugio durante la gue­rra de Castas en el siglo XIX. Se dice que durante este conflicto, los habitantes locales se escon­dían en las cavernas y túneles del cenote, utili­zando su conocimiento del terreno para prote­gerse y emboscar a las fuerzas invasoras.

A diferencia de muchos otros cenotes, Zaci es semiabierto, con una parte del techo colapsada que permite una vista directa al cielo. Las paredes de piedra caliza y la vegetación circundante crean un entorno natural impresionante. Zaci también ofrece una plataforma para saltar al agua, lo que lo convierte en un lugar popular para nadadores aventureros. Su accesibilidad y cercanía a la ciu­dad hacen de Zaci un destino perfecto tanto para turistas como para locales que buscan un respiro del calor. La mezcla de historia y naturaleza ofrece una experiencia única, donde cada visita puede revelar nuevos secretos y vistas sorprendentes.

CENOTE OXMAN

Oxman estaba estratégicamente ubicada en la intersección de rutas importantes en la época colonial

El cenote Oxman se encuentra en la Hacienda San Lorenzo Oxman, una antigua finca que data de 1747. La hacienda, cuyo nombre maya “Oxman” significa “tres caminos”, estaba estra­tégicamente ubicada en la intersección de rutas importantes en la época colonial. Durante sus años de esplendor, la hacienda fue un centro de producción agrícola, especialmente de hene­quén, una planta utilizada para fabricar cuer­das y otros productos. El cenote fue original­mente utilizado como una fuente de agua para la agricultura y la ganadería, siendo crucial para la supervivencia y prosperidad de la hacienda.

Oxman es un cenote abierto, rodeado de una exuberante vegetación. Con un diámetro de 35 metros y una profundidad de 55 metros, es un lugar ideal para nadar y explorar. La Hacienda San Lorenzo ofrece diversas acti­vidades turísticas, incluyendo un temazcal, hamacas para descansar, y una alberca. Un rasgo distintivo de este cenote es la soga que permite a los visitantes lanzarse al agua, aña­diendo un toque de diversión y aventura. El ambiente en Oxman es tranquilo y relajado, perfecto para un día de descanso y conexión con la naturaleza. La combinación de histo­ria, cultura y entretenimiento hace de este cenote un destino imperdible para quienes visitan Valladolid.

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