Texto y fotos Jesica Barreto

Conocida como la capital iberoamericana de la gastronomía y el vino 2023, Mendoza se destaca también por sus paisajes, su gente y su rica historia a los pies del Aconcagua.

Aire fresco, sol radiante, suelos cubiertos de uvas y una montaña imponente de fondo, son el marco perfecto para este destino único en Argentina. Y, si bien es imposible pensar en Mendoza y no asociarla con sus exquisitos vinos, que son el leitmotiv de esta ciudad, ahora será difícil disociarla de su excelsa gastronomía, que recientemente fue incluida en la afamada Guía Michelin.

Este hito gastronómico, cuya evaluación anónima comenzó hace un año, fue celebrado como un trabajo conjunto entre el sector privado (empresarios, emprendedores, restaurantes y chefs), el Ministerio de Cultura y Turismo de Argentina y el Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur). A ellos se suman los productores, que forman parte del concepto de “cocina kilometro cero”, muy arraigado en Mendoza, de consumir lo que se produce en el lugar.

En total, este paraíso gastronómico cuenta con 4.800 espacios de diferentes categorías, de los cuales 7 lograron las exclusivas estrellas Michelin y otros 15 fueron seleccionados como recomendados en la Guía 2024.

Los 4 restaurantes y chefs destacados con una estrella Michelin son Zonda I Cocina de Paisaje, cuyo chef es Augusto García; Casa Vigil, chef Iván Azar; Brindillas, chef Mariano Gallego, y Azafrán, chef Sebastián Weigandt. Mientras que Zonda I Cocina de Paisaje, Casa Vigil y Riccitelli Vineyards recibieron una estrella por ser restaurantes sostenibles.

LOS RECOMENDADOS

La lista de 15 recomendados por la Guía son 1884 Francis Mallmann; 5 Suelos; Abrasado; Angélica Cocina Maestra; Centauro; Espacio Trapiche; Fogón Cocina de Viñedo; La Vida; Osadía de Crear; Finca Piedra Infinita; Quimera Bistró; Renacer; Riccitelli Bistró; Ruca Malen; Soberana.

Gwendal Poullennec, director internacional de la Guía Michelin, habló con La Nación del Finde sobre el compromiso que tienen con su metodología, que involucra a la gente en el proceso de reconocer el talento culinario en el mundo.

“Esta selección no sucede en una noche, sino que es un proyecto que empezamos en el 2017. Los inspectores estuvieron en Argentina y evaluaron dónde estaba la concentración más grande de los mejores restaurantes, los pequeños y los más sofisticados. Cuando sentimos que estaban listos y con la madurez necesaria, empezamos a trabajar para preparar la selección y mandamos a los equipos de inspectores, para asegurarnos de que conozcan a los chefs y que elijan a los mejores”, explicó.

El logro de Mendoza retumbó en la ciudad y fue celebrado por Claudia Yanzon, directora de Promoción Turística, quien aseguró a La Nación del Finde: “Nosotros vamos a seguir” tras concretar el anhelado sueño de ingresar a la prestigiosa Guía Michelin.

La Nación del Finde fue partícipe del evento de premiación y pudo visitar Casa Vigil, Riccitelli Vineyards, Finca Piedra Infinita y Espacio Trapiche, donde la atención personalizada de sus propietarios, chefs y sommeliers, sumado al exquisito menú y maridaje en un entorno de ensueño, resultaron en una experiencia inolvidable que hoy compartimos con nuestros lectores.

ESTRELLAS MICHELIN

A los establecimientos gastronómicos de Mendoza se suman unas 896 bodegas habilitadas para elaborar vino, de las cuales 206 están abiertas al turismo y ofrecen una experiencia memorable para quienes las recorren durante los 300 días de sol y los 200 días de nieve que tiene la ciudad argentina, cuya amplitud térmica le permite tener vinos de alta gama.

Este es el caso de Riccitelli Vineyards, cuyos propietarios, Matías y Verónica Riccitelli, dan la bienvenida personalmente a quienes llegan hasta este paraíso ubicado en Las Compuertas, en la zona más alta del tradicional Luján de Cuyo, donde dan vida a 48 vinos y cuyo chef, Juan Ventureira, deleita a aproximadamente 45 comensales por día con un exquisito menú elaborado con productos de su huerta y de la zona, en un entorno donde la naturaleza también es protagonista: viñedos, flores, animales silvestres y la imponente montaña de fondo.

“Todos son viñedos centenarios, ofrecemos vinos de menos intervención, buscamos volver a los orígenes, descontracturar el vino”, reveló Verónica a La Nación del Finde; mientras que Juan precisó que apuestan a brindar “una dieta equilibrada, no solo carne” y añadió que intentan “acompañar el vino desde la comida y no al revés”.

Otro destino obligado en Mendoza es Casa Vigil, ubicada en Chachingo, Maipú, y cuyos propietarios, Alejandro Vigil y María Sance, son dueños de una personalidad vibrante que se refleja en su propuesta gastronómica y vinícola, conjugada con el arte y la naturaleza de estos suelos regados por las aguas del deshielo del Aconcagua.

Cabe mencionar que en junio de 2018 Alejandro se convirtió en el primer enólogo argentino en lograr 200 puntos Parker (Wine Advocate) por dos vinos de excelencia en el mismo viñedo, 100 para el Gran Enemigo Single Vineyard Gualtallary Cabernet Franc 2013 de la Bodega Aleanna (proyecto personal de Vigil y Adrianna Catena) y 100 para Catena Zapata Adrianna Vineyard River Stones 2016 de la Bodega Catena Zapata, donde Vigil es el director de Enología desde hace 17 años.

Para él, “hacer vino es un proceso largo, pero mágico. Contar historias en cada botella. Saber esperar, hasta lograr transmitir lo bueno de nuestra tierra. Dejar huella en cada persona”.

RECOMENDADOS MICHELIN

La Finca Piedra Infinita, de la familia Zuccardi, es sinónimo de sofisticación. Todo está cuidado al máximo detalle, desde el nombre que proviene de un poema del poeta argentino Jorge Enrique Ramponi, hasta la edificación que fue obra del prestigioso arquitecto argentino Sebastián Suárez. En 2016, fue galardonada en Portugal con el Premio de Oro a la mejor arquitectura y paisajismo del mundo y en el 2022 ingresó al Hall Of Fame de World’s Best Vineyard tras ser electos por tres veces consecutivas como mejor viñedo y bodega del mundo. Y, no es para menos.

La construcción se integra armoniosamente con su entorno, utilizando materiales naturales como la piedra y la madera, incorporando al agua y la flora, para una postal sin igual con los viñedos y la Cordillera de los Andes de fondo. La gastronomía y el maridaje exquisitos lo convierten en un lugar de culto en el Paraje Altamira, Valle de Uco, Mendoza.

“La innovación, la calidad, la sostenibilidad y la responsabilidad social son nuestros pilares”, contó a La Nación del Finde Julia Zuccardi, acompañada de su madre Ana Amitrano y su hermano, Sebastián, quien está al frente de la bodega familiar fundada por su abuelo Alberto y encaminada por su padre, José. A ellos se suma el menor, Miguel, que se convirtió en un experto en aceites de oliva y ya ganó premios con su producción en Zuelo, Finca Maipú.

Otro sitio recomendado es el Espacio Trapiche, de la bodega El Trapiche, la más antigua de Argentina, fundada en la década de 1880 por Tiburcio Benegas con 250 hectáreas. Allí, uno puede recorrer las instalaciones, hoy convertidas en museo, y ser protagonista del encendido de una de sus máquinas más antiguas, además de ver por dónde pasaba el tren, justo al costado de esta construcción que data de 1912 y es considerada un ícono de la arquitectura vitivinícola argentina.

La experiencia se eleva con la puesta en escena del carismático chef Lucas Bustos, que conjuga conocimiento y arte en cada plato que entrega a sus exigentes comensales. El factor sorpresa y la explosión de sabores y texturas son su principal cualidad, sumado al excelente maridaje de los vinos de la bodega, que convierten una visita a Espacio Trapiche en un recuerdo memorable en Maipú.

SELECCIONADOS DE LN DEL FINDE

Un verdadero paraíso en Mendoza es el de la bodega Luigi Bosca en Maipú. Abierta recientemente, la mansión de la familia Arizu y sus jardines con elegantes fuentes son el marco perfecto para recibir a los visitantes al son de la música y la representación teatral de una dama de la época, que invita a vivir experiencias sensoriales en el château de 1905 y los viñedos más emblemáticos de Luigi Bosca.

Las opciones en Finca El Paraíso son varias. El anfiteatro está pensado para 120 personas, aproximadamente, el vivero para 4 a 20, al igual que los alcornoques y las viñas, mientras que la fabulosa terraza, desde donde puede verse la puesta de sol entre las montañas, es ideal para 10 a 20 personas.

Allí, son atendidos por el apasionado chef Pablo del Río, enamorado de la cultura productiva de la tierra, por el abanico de insumos e ingredientes que ofrece; para él, en Mendoza, el protagonista indiscutible es el vino y la gastronomía es su mano derecha. “Acá se crece desde el vino a la cocina”, señaló a La Nación del Finde y sirvió unos platos exquisitos, entre ellos, un ravioli Nino Bergese, salvia y marotilla braseada, acompañado de Los Nobles Malbec 2020.

Y, como broche de oro, Ruda Cocina. Ubicada en Tupungato Winelands, Gualtallary, tiene la mejor locación en Mendoza para vivir la experiencia del sunset y el picnic. Es un lugar de ensueño, rodeado de montañas, piedras, vegetación, y por si fuera poco, escenario de una majestuosa puesta de sol. La atención de sus propietarios, Camila Cerezo Pawlak, la sommelir, y Gastón Trama, el chef, es la misma que te darían amigos de toda la vida al llegar a su casa.

Ellos proponen un formato y concepto alternativos a las bodegas hace exactamente dos años, sirviendo, por ejemplo, un chipá relleno de bondiola, con crema de palta y oxalis, una exquisitez. Otra opción tradicional, al igual que en todos los restós de Mendoza, es la famosa “tortita”. En Ruda, puede comerse la raspada, de hoja (hojaldrado) y la pinchada (tipo pancito).

Ambos buscan resaltar lo que produce Mendoza y logran platos con una identidad única, que pueden compartirse y degustarse al aire libre, al igual que el postre y el café, que son sin duda uno de los mejores de esta maravillosa ciudad argentina.