Una parada sugerente para un paseo de fin de semana por el paisaje de valles y cerros del noveno departamento. Una vieja leyenda que se remite a la época dorada del ferrocarril, el principal símbolo del pasado pujante de una nación que rinde tributo a sus héroes civilizatorios.

A 64 kilómetros de Asunción, frente a la estación de tren de Paraguarí, cada vez más gente se reúne a compartir buenos momentos.

“La ciudad está creciendo a pasos agigantados, se vol­vió muy turística, por lo que queríamos ofrecer una alternativa para los que llegan a visitarla”, cuenta Miguel Martínez, uno de los responsables de Vieja Esta­ción Ruin Bar.

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Junto con su hermano Igna­cio y un amigo de la infan­cia se propusieron poner en valor el antiguo Hotel Aba­die, un edificio histórico. Así lo cuenta ese amigo, Walter Riveros, socio en el empren­dimiento: “Fueron más de tres meses de mucho tra­bajo de restauración con la supervisión de una arqui­tecta, porque el lugar prác­ticamente se encontraba abandonado. Tratamos de mantener todo lo original, las puertas, las ventanas, el piso y las paredes de piedra de más de 70 cm de espesor que son las mismas de hace 100 años”, apuntó.

La leyenda del maquinista atrae la atención de los curiosos

Erigida sobre piedras de los cerros Hû y Cristo Reden­tor, la imponente fachada del local despierta la curio­sidad.

Los Abadie eran una familia francesa que entendió la cen­tralidad de la ciudad y su esta­ción de tren y dispuso allí un hotel de lujo que tuvo hués­pedes como los presidentes Bernardino Caballero y Eli­gio Ayala, así como el perio­dista Juan de la Cruz Ayala, popularmente conocido como Alón, por citar algunos.

Con el tiempo, el ferrocarril dejó de funcionar, el edificio fue abandonado y permane­ció en ruinas hasta estos días en los que cobró nueva vida.

BUENA MESA E IGUAL MÚSICA

Miguel cuenta que el local abre desde el jueves a las 18:00, al igual que los vier­nes, y los sábados desde las once de la mañana ofre­ciendo milanesas especia­les. Entre tanto, los domin­gos, las pastas y la parrilla se destacan en la oferta gas­tronómica. También la carta presenta comidas rápidas, lomitos, pizzas, hambur­guesas, como también pla­tos elaborados que llevan los nombres de personali­dades de la época de gloria del Hotel Abadie.

“Tenemos shows musicales. Los Ojeda, Néstor Lo y los Caminantes y Purahéi Soul pasaron por el bar para que los clientes puedan disfrutar gastronomía y buena música los fines de semana”, comentó.

“Nuestra barra de tra­gos cuenta con más de 25 opciones”, mencionó Rive­ros explicando que la idea es marcar un punto de referen­cia en el creciente turismo que está recibiendo la ciu­dad, que “está creciendo turísticamente cada vez más. La capacidad hotelera es muy amplia, las acti­vidades son variadas y ni qué decir los atractivos que hacen que sea el destino ele­gido por muchos paragua­yos”, consideró.

Historia con mucho sabor es la propuesta principal

PET FRIENDLY

Walter Riveros expuso que “más que un bar, Vieja Estación es vivir una expe­riencia y transportarse al pasado. Está inspirado en una estación de tren, con algunos objetos antiguos de la época. Somos un bar familiar donde pueden venir niños de todas las edades y también somos pet friendly. Contamos con un deck con una hermosa vista al cerro Hû de Paraguarí. Tenemos una capacidad de 180 per­sonas. También contamos con salones completamente climatizados en donde uno puede realizar todo tipo de eventos”, subrayó.

“Vieja Estación es vivir una experiencia y transportarse al pasado. Está inspirado en una estación de tren, con algunos objetos antiguos de la época. Somos un bar familiar donde pueden venir niños de todas las edades y también somos pet friendly”.

HISTORIAS DE UN MAQUINISTA

El Hotel Abadie fue el primero construido en la región del sur a prin­cipios de 1900 y albergó a notorios viajeros que hacían sus paradas en la estación de Paraguarí para desde allí seguir a sus siguientes destinos. “Se dice que en el hotel hasta hoy en día se encuentra la bodega más grande del sur, donde salían las bebidas más frías”, reza un texto de presentación de Vieja Estación Ruin Bar.

“Cuenta la historia que existía un maquinista que luego de sus via­jes largos en tren se hospedaba sola y exclusivamente en el Abadie de Paraguarí y relataba historias en el restaurante, la parada oficial de los encuentros, haciendo que las personas se imaginen las expe­riencias de los viajeros mientras disfrutaban del buen comer. Se dice que en la vieja estación hasta hoy en día el maquinista sigue recor­dando ante cada visitante la época dorada de los viajes en tren en el Paraguay, creando experiencias únicas para ellos. Dicen que las buenas vibras son gracias a él, el anfitrión de cada encuentro. No sabemos su nombre, no sabemos cómo era, pero lo que sí sabemos es que disfrutaba todos los momentos en ese lugar”.

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