Los artistas Luis Fernando Villalba y Fabián Caballero, ambos de Asunción, se erigieron en una de las mayores sensaciones de la Expo 2023 al convertirse durante largas horas en doradas estatuas vivientes, causando el asombro entre el público. El arte desarrollado por ambos artistas urbanos implica grandes sacrificios y, a la vez, disciplina, que los profesionales sobrellevan por amor al oficio.

• Por Rebeca Vázquez
• rebeca.vazquez@nacionmedia.com
• Fotos Christian Meza

En conversación con La Nación del Finde, Luis Fernando Villalba se definió como el pionero en Paraguay de esta particular muestra artística que surgió desde el deseo de darles una nueva imagen a los integrantes de la milicia y, a la par, del deseo de innovar en el rubro artístico a partir de la inspiración en modelos del extranjero. La primera “estatua viviente” viene de una familia de artistas y en sus ratos libres también se dedica a la pintura y al dibujo.

“Comencé con el personaje del soldado de plata y me conecté con él. La gente le tiene miedo a los militares y, por eso, doy una imagen com­pletamente diferente. Busco ser amable y sacar una son­risa a niños y grandes. El sol­dado de oro es mi nuevo per­sonaje y es el que elegí para la Expo de este año”, explicó.

Desde hace más de cinco años, el artista se dedica a la inter­pretación de una estatua mili­tar. Con gran habilidad y dis­ciplina, el profesional puede estar parado incluso hasta por 12 horas, sin salirse de su papel. Su arte conquista a chi­cos y grandes por lo que no fue difícil para él convertirse en la gran sensación de la Expo 2023, donde es muy solicitado para fotografías y videos.

La labor de la “estatua viviente” es la principal fuente de ingresos de Luis Fernando Villalba, por lo que desempeñar su papel es todo un desafío, espe­cialmente cuando tiene que lidiar con la falta de apoyo de los transeúntes. “La gente se queda asombrada y me siento a gusto. Muchas veces, la gente no me colabora y paso un montón de cosas con este traje, pero soy un artista y voy a continuar con perseveran­cia”, relató.

El artista Fabián Caballero también se convirtió en “esta­tua viviente” y causa furor en la Expo con su personaje de “sheriff estadounidense” (comisario del Viejo Oeste). Según explicó a La Nación del Finde, incursionó en la parti­cular muestra artística de la mano de su amigo, Luis Fer­nando Villalba, el pionero.

Para entrar en el personaje tiene que afrontar todo un proceso de preparación.

“Utilizamos un maquillaje especial que es para el ros­tro, pero el uniforme ya tiene ese color dorado. Este arte también es mi principal fuente de ingre­sos y, con lo que ganamos, logramos salvar el ‘día a día’. Por eso quiero agra­decer a la gente que está apoyando a los artistas urbanos, a nosotros que nos paramos como esta­tua diariamente por varias horas para entretener al público”, resaltó.

Caballero expresó, además, que como en cualquier profe­sión, en la labor de desempe­ñarse como “estatua viviente” no todo es color de rosa. Ambos artistas deben lidiar continua­mente con las “bromas pesa­das” de los transeúntes. Más allá de estas inquietudes, con­tinúan interpretando a sus res­pectivos personajes por amor al arte.

“Tenemos que tener paciencia para pararnos sobre la tarima entre 14 y 15 horas, muchas veces sin poder beber agua o con­sumir nada. Es un trabajo muy sacrificado, pero todo lo hacemos por amor al arte. Por eso, siempre voy a agra­decer a mi amigo, Luis Fer­nando, que me inició en esta rama”, señaló.

Ambos profesionales no solo muestran su arte al público en conocidos centros comer­ciales o sitios del microcentro de Asunción, también reali­zan presentaciones en even­tos particulares para entre­tener a sus fanáticos con los personajes del Viejo Oeste o la tradición militar. Los inte­resados en contactar con las “estatuas vivientes” pueden comunicarse al (0994) 272- 509 para hablar con Luis Fer­nando Villalba o al (0983) 452- 962 para charlar con Fabián Caballero.

“Tenemos que tener paciencia para pararnos sobre la tarima entre 14 horas y 15 horas, muchas veces sin poder beber agua o consumir nada. Es un trabajo muy sacrificado, pero todo lo hacemos por amor al arte”.