El esteño de 31 años, que sueña con conquistar el título mundial, contó sus fortalezas y su rara debilidad en su exitosa carrera.

El dueño del nocaut del año en el 2017 ante el estadounidense Das­hawn Boatwright, el sorpren­dente ganador del título Mer­cosur en el 2013, al vencer por abandono en su propia casa al argentino Eduardo “Icho” Larenas, Cristian “La Masacre” Torres es el máximo peleador paraguayo de las Artes Marciales Mix­tas (MMA).

Su explosiva carrera muy pronto lo llevó becado por la UFC a los Estados Uni­dos para abrirse camino a un apasionante como duro recorrido en el octágono, en donde tiene registros impre­sionantes y una considera­ción importante de los especialistas interna­cionales.

Se define como un peleador devorador completo y cuando salta a la jaula se con­vierte en una fiera que va directo a la cabeza del rival. Su mayor fortaleza está en sus puños y brazos y los números de su carrera profesional así lo avalan. El 60 % de sus presentacio­nes ganó por noca ut (KO) y nocaut técnico (TKO). Su registro de victorias por sub­misión se reduce a 33 % y por decisión solo el 7 %.

El nocaut del año de Cristian Torres, quien hizo dormir en la lona a Dashawn Boatwright

Actualmente, el esteño Torres se concentra en lo que él llama el relanzamiento de su carrera con el objetivo firme de ser campeón mun­dial. Su próxima contienda será el 24 de junio en Aruba, en donde irá para quedarse con la “cabeza” de su rival, el experimentado peleador local Gregory Milliard, con 30 contiendas profesionales y plantar allí la bandera paraguaya, que le servirá para escalar a su sueño supremo, el título mundial.

Su estatura de 1,88 siempre lo coloca en posición des­ventajosa frente a sus adver­sarios más grandes, pero él lo matiza muy bien seña­lando que “cuando más grandes son, más fuerte se caen”.

DURO MOMENTO

Pese a su gran carrera profesional, durante la pandemia vivió momen­tos muy complicados en EE. UU., en donde tuvo que inclusive vivir y dormir en su auto por la falta de even­tos para poder pelear y gene­rar recursos. Su última presentación fue en setiembre de 2020, en que perdió ante el estadounidense Chidi Njokuani (22 victorias y 9 derrotas). Su sangre guaraní y sus ganas de hacer historia en el deporte paraguayo muy pronto lo pondrá en el lugar que se merece, porque tra­baja, piensa y pelea como el mejor del mundo.

SU RIVAL

El paraguayo se presentará en la promoción CFC, un evento muy grande del Caribe, con 12 peleas, en donde Cristian Torres estará en el combate de fondo en contra del local Gregory Milliard, el rey de la isla. “Yo me preparo para irme a arrancar la cabeza al rey y plantar la bandera paraguaya en el medio de la isla. Le estuve estudiando bastante al rival, con quien ya iba a pelear en el 2020, pero cayó por el covid-19 y ahora se va a dar y quiero traer la victoria”.

TRABAJO

“Superbién estoy trabajando en mi preparación en el gim­nasio Rodyht Bogger con el campeón mundial de boxeo, Favio Romero. Estoy muy enfocado, muy disciplinado, afinando el físico y las manos, estudiando al oponente para hacer una pelea limpia y ter­minar rápido”, confió el peleador guaraní.

Estoy muy enfocado, muy disciplinado, afinando el físico y las manos, estudiando al oponente para hacer una pelea limpia y terminar rápido.

PERFIL

CRISTHIAN TORRES

Edad: 31 años

Fecha de nacimiento: 31/03/1992

Lugar de nacimiento: Ciu­dad del Este

Apodo: La Masacre

Peso: semipesado

Altura: 183 cm

Alcance: 188 cm

Récord Pro MMA: 15 ganadas

12 derrotas

Título:

Campeón de Mercosur en el 2013

“ME SIENTO UN PELEADOR COMPLETO”

“Yo en la jaula me voy con todo y por todo, a vencer o morir, como mi apodo “La Masacre”. No tengo nada que regalar, ni siquiera un segundo a nadie. Me siento un peleador completo, mejor que muchos hoy día en toda la región de Sudamérica y en EE. UU. tam­bién. Tengo muy bueno en suelo como arriba”. Cuando se le pre­guntó qué es lo que más le cuesta en el octágono salió con una ines­perada respuesta. “Lo que más me cuesta es la dieta, porque me gusta comer y es lo más difícil. Dentro de la jaula estoy para todo, para lo que venga”, disparó.

EL SECRETO

Igualmente contó que los entrenamientos cuestan bastante por su dureza y la disciplina que requiere. “La disciplina es la salsa princi­pal de este deporte, porque la motivación a veces se termina y ahí debe aparecer la disciplina para trabajar con color, lluvia, relámpagos, con o sin sol igual se entrena para estar preparado para la guerra”.

HAMBRE DE GLORIA

“Tengo hambre de gloria por mis hijos, mi familia, mi país. A la futura generación yo debo mostrar que sí se puede con disciplina, empeño, compromiso de no desperdiciar el tiempo, porque solo se tiene el ahora, si no haces en el momento ya no se hace mañana”.

EL SALTO ESPERADO

“Gracias al título del Mercosur accedí a una beca de la UFC. Ellos estuvieron atentos a las transmisiones, a todo el evento y allí me contactaron y me llevaron a Estados Unidos para un programa de desarrollo, era el paso esperado, en donde estuve por 6 meses. Todo fue pagado, lo único que tenía que hacer es entrenar, entrenar y aprender. Fue un nuevo inicio para mí, porque todo lo que sabía acá se quedó acá. Me fui a un entrenamiento de otro nivel. Vi cómo entrenaban los campeones, qué hacían y cómo vivían para poder llegar también a ese nivel”.

“Finalizado el periodo en la UFC conseguí un mánager, y me llevó a otro gimnasio, practicando con grandes peleadores hasta que llegué a la LFA, un cazatalentos más grande de Estados Unidos. En mi primera pelea triunfé por nocaut y gané el premio del mejor KO año contra todos los pronósticos y me dieron 4 peleas más. Empecé a entrenar con campeones mundiales, número uno, dos ranqueados y resalté mucho entre ellos y me decían que tenía mucho talento y que debo aprovechar y lo hice así, aprovechando al máximo en 10 peleas y gra­cias a eso puse en alto el nombre de Paraguay, hice conocer la garra guaraní en el mundo. Después de verme supieron que el paraguayo es duro, es peligroso y hoy se respeta a nuestro país en las MMA”.

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