Los especialistas de la deco de interiores y de arquitectura de todo el mundo eligieron varias opciones entre las tendencias que reinarán en este año .Vemos una parte de ellas.
BELLA OSCURIDAD
Luego de años de reinado del blanco y los tonos pastel o del gris en sus versiones más light, el regreso de los colores oscuros, especialmente a la hora de combinarse sabiamente con colores como blanco, nude, arena y beige. Y esta vez los tonos oscuros como marrones, azules profundos, granates, grises topo y hasta negro, se destacan en muebles, objetos y hasta en superficies grandes de algunos ambientes. Si se los usan sabiamente, el resultado puede ser muy chic y elegante.
COLORES TIERRA
Todos los especialistas coinciden en que serán una de las tendencias más claras del año. Y en todos los tonos posibles de esa amplísima gama. Claros como el blanco roto o los beige, pasando por los marrones, pardos, tonos ahumados, tejas, cobrizos, café, visón, casi naranjas y llegando al mostaza casi. En muebles, tejidos de todo tipo, desde los más rústicos hasta las sedas y terciopelos. Inspiran calidez y autenticidad y se combinan con colores fríos o cálidos en distintas intensidades.
TEXTILES PROTAGONISTAS
La tendencia del 2023 es dejar a un lado las estridencias, pero los textiles ganarán un espacio muy especial a la hora de crear ambientes relajantes con colores neutros y suaves, pero también habrá fuerte presencia de estampados tanto en cortinas, almohadones y en tapizados de petit muebles o diferentes accesorios. Tanto en livings como dormitorios, habrá fuerte presencia de tejidos con texturas especiales y pliegues que aportan acentos, como los estampados geométricos.
Texturas, uso de materiales naturales, colores suaves, tierras pero también oscuros. La libertad parece ser lo más fuerte a la hora de decidir la deco de la casa.
MEZCLA DE TONOS
El aburrimiento de lo monocromático terminó, o por lo menos es lo que dicen los expertos más reconocidos. Así, será muy importante tener la capacidad de aprovechar esta tendencia para mezclar cálidos y fríos en una proporción armónica y con declarado interés en crear un tipo de ambiente. Por ejemplo, el uso de beis, marrones y blancos “rotos” aportan calidez a cualquier ambiente, mientras que con toques de azules o verdes se ganará en elegancia y sobriedad. Los tonos serán la pauta, ya que dependerá de la intensidad de los mismos para crear un ambiente relajado y romántico (más claros) o elegante y discreto (más oscuros).