Es la edad más “difícil” de atravesar y hasta la deco se complica a la hora de elegir lo que les guste a quienes dejaron de ser niños, pero aún no son jóvenes. Ideas para no complicarse.

El color rosa “bebé” de la niña vira a un tono más profundo y cercano al burdeos como para ir anun­ciando un crecimiento inevitable. Caja de la habitación en arena clara y los muebles como arma­rio y escrito­rio, respaldo de cama, etc., se visten del mismo color para no agobiar. Los detalles son femeninos, pero no aniñados, como almohadones, edredón estampado y mucho espacio para hacer tareas y disfru­tar de intimidad también. Este tipo de deco acompaña durante bastantes años. Para los detalles, está el panel donde se podrá poner las cosas que les gustan o para anotar.

Mínimamente, lograr que en la habitación de un adolescente exista un orden perfecto es una misión imposible. Pero, se puede alcanzar un nivel aceptable y a la vez aportar detalles deco como, por ejemplo en este caso, a través de la elección de un color que se repite en detalles. La caja, techo, paredes y placard se mantienen neutros casi blan­quísimos y se ha dejado el color para la ropa de cama, las sábanas y detalles. El tono de mostaza es elegante y varonil, además de alegre y muy relajado, aunque pocas veces lo apreciamos así. Vale la pena observar ese detalle.

Un dormitorio diáfano y alegre para compartir entre hermanas. En el espacio se magnifica la capacidad de guardado que mantiene “lejos de la vista” la ropa y otros objetos y ayuda a mantener el orden. Un escritorio doble con dos sillas livianas en blanco resuelve la necesidad de espacio para estudiar y trabajar. Las camas parale­las están ubicadas en un cabecero de madera también pintado del color de las paredes y muebles. El tono del estampado liberty sube del rosa a los rojos, algunos toques bordó y tierras, lo que se subraya con la elección de elementos deco muy juveniles.

Importante, el espacio destinado a los estudios, tanto para tra­bajar como para jugar. Un ambiente bien pensado que “crecerá” acompa­ñando los prime­ros pasos del niño que se convierte en adolescente y pasa a tener otros intereses. Espacio suficiente para almacenar numerosos elementos de estudio, papeles, libros, juegos de mesa y elementos como los dibujos y hasta las fotos de la familia o de momentos importantes, han sido incorporados al área que recorre toda una pared y que tiene una gran utilidad. Se presta a que no solo un niño sino varios puedan utilizar ese sector de forma eficiente. La idea de evitar el agobio se resolvió con una gran cantidad de color neutro en el espacio mayor y también se da un toque especial forrando las cajas de guardado en un tono rojo lla­mativo que pone su impronta también.