La popular conductora de TV y radio, María Laura “Malala” Olitte recibió a La Nación del Finde en su hogar, en medio de su intenso trajinar, horas antes de emprender vuelo rumbo a Brasil, donde con sus hijos pasará la Navidad. La querida figura estelar del exitoso programa “Tercer tiempo” recordó con mucha nostalgia cómo eran las fiestas de fin año cuando vivían sus padres; reflexionó sobre el amor, la empatía y los valores inculcados en torno a esta festividad tan significativa para el mundo.

-¿Cómo pasarás esta Navidad con tus hijos?

- Esta Navidad va a ser dis­tinta, casi igual a la anterior. Como saben, mamá ya no está y el año pasado fue la primera Nochebuena y Navidad que pasamos sin ella. En su nom­bre nos habíamos reunido con la familia, con mis hermanos para poder pasar un momento triste y feliz a vez. Pero este año digo basta y me voy con mis hijos a pasar a otro lugar. Soñaba con llevar a mi mamá al lugar donde vamos a pasar este año. En honor a ella, vamos a levan­tar las copas esa noche Navidad, en ese sitio tan hermoso que es Jureré, en Brasil. Yo sé que ella nos acompaña espiritualmente.

- ¿Qué representa para vos las fiestas de fin de año?

- Mi papá (el recordado humo­rista José Olitte) nos enseñó lo importante que es reunir­nos en la mesa y dar gracias sobre todas las cosas. Por eso la Navidad representa para mí la unión, el amor, el perdón y el momento de brindar por todo lo bueno que nos rodea y reci­bimos. Es como que entre todos fuimos viviendo así cada noche de Navidad, entonces para mí es un momento único en el cual podemos reunirnos con nuestros seres queridos los que tenemos la suerte de hacerlo, porque hay muchas personas que están pasando en otros lugares, trabajando en otros países y no pueden reunirse con sus padres, con su familia.

Entonces, para mí, es una noche de unión familiar, reunión de amor, de comprensión, de per­dón por sobre todas las cosas. En este caso, como digo, no están mis padres, ya estamos cada uno con nuestras fami­lias y creo que es momento de poder perdonar y poder amar­nos entre todos, para que tenga­mos una vida tranquila mien­tras vivamos en este mundo.

¿En tu familia siguen una tradición especial?

- Para nosotros no había una tradición especial, sí el sentar­nos todos juntos a compartir la cena de Nochebuena, y aprove­char el momento en que estába­mos reunidos para agradecer. Mi papá siempre se levantaba y oraba, agradecía por la abun­dancia y por todo lo que había en la casa. Yo hablo siempre de mi papá porque con él crecimos bajo la Biblia, digamos, él nos enseñaba muchísimo sobre la religión y cultivar valores enri­quecedores.

Esa era la tradición en mi casa, pero cuando mis padres se fue­ron se rompió aquello. Hoy cada uno levantamos la copa en su memoria y decimos gracias. Así seguimos honrando las ense­ñanzas de papá, el ser agradeci­dos con Dios por la abundancia que hay en cada hogar.

La bella María Laura “Malala” Olitte recibió amablemente a La Nación del Finde junto a su coqueto arbolito, horas antes de viajar a Brasil donde pasará la Navidad con sus hijos, Bruno y Gael.

- ¿Cuál es una comida que no puede faltar en la mesa d Nochebuena?

- Siempre fue el cerdo en medio de la mesa decorado por mamá. Hoy tenemos la costumbre de que cada uno traiga un plato y poner en una mesa larga para compartir con mis hermanos.

-¿Creés en los rituales de las 00 en los días festivos?

- Yo soy partidaria de que todo lo que uno piensa, lo que uno dibuja en la mente, uno atrae. Yo aprendí esto hace 5 años con una práctica filosófica, pero en rituales en sí no creo, pero como digo, todo está en la mente. Si digo, voy a creer que si al cruzar el asfalto con una maleta voy a viajar, obvio que voy a viajar porque yo estoy atrayendo eso. No hago eso, pero sí en la mesa antes brindar pido con la mente todo lo que sueño y creo que se está cumpliendo hasta ahora todo lo que vengo pidiendo.

-¿Un mensaje que quieras enviar a los lectores por Navidad y el Año Nuevo?

- Quiero que tengan en mente de que todos tengamos ese amor, esa empatía, empecemos pri­mero por nosotros mismos, si nosotros mismos no nos ama­mos, no vamos a poder amar a otros. Yo brindo por cada una de las familias, levantando una copa al cielo, pidiendo amor, res­peto y sobre todo empatía en este hermoso país. Ojalá que nuestros gobernantes empie­cen a mirar de otro lado el país y que cambié para el 2023.

Pero como siempre digo, cam­biemos primero nosotros para poder ayudar a los que gobier­nan nuestro país. Empezando por los padres, ayudando a los hijos, educando para que haya el respeto, amor y valor sobre todas las cosas.

La mamá de Bruno (20) y Gael (12) contó que tras la Navi­dad volverán al país para luego ella viajar nuevamente a Praia Brava (Brasil) donde recibirá el 2023 con su novio, Agustín Barreto. “Los chicos van a pasar con su papá el Año Nuevo. Luego, volvemos, pero después salgo de vacaciones y de nuevo a tomar maletas. Haré tres viajes en un mes”, mencionó “Malala”, quien en enero se tomará un merecido descanso para recargar pilas y enfrentar de la mejor manera los desafíos que traerá a su vida el nuevo año.

UN SUEÑO QUE SE MATERIALIZA

En otro momento de la charla con La Nación del Finde, “Malala” habló sobre sus proyectos para el próximo año. Adelantó que seguirá en la televisión: “Estamos cerrando el contrato y vamos a continuar”. Pero lo que a la bella comunicadora le entusiasma espe­cialmente entre sus proyectos para el 2023 es la materialización de un sueño largamente acariciado: la habilitación de su gimnasio.

“Estoy a full con el montaje de mi gimnasio que voy a abrir en febrero para incentivar a la gente a cultivar una vida sana, porque la actividad física es fundamental para tener una salud integral, tanto física como anímicamente. Motivar a la gente a lograr un cambio en sus vidas es mi objetivo”, enfatizó “Malala”.

“Mi papá nos enseñó lo importante que es reunirnos en la mesa y dar gracias; por eso la Navidad representa para mí la unión, el amor, el perdón y el momento de brindar por todo lo bueno que recibimos”.

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