El calor reinante anuncia un verano tórrido y patios, terrazas y hasta balcones se convierten en los sitios de estar.

Cuando el espacio del balcón es generoso o existe una pequeña terraza, el verde y las flores ayudan a dar un aspecto de “campo” aun­que el lugar sea pequeño. La estrategia de realizar con madera un cerco que delimite se convierta en asientos y sea parte de la mesa y combine con el deck conforma un lugar disfrutable.

Para los fanáticos del cine, una idea divertida. Convertir el patio de la casa (puede ser la de fin de semana) en un cine al “aire libre” con una pantalla donde proyectar, unos almohadones, puffs o colchonetas y pasarla muy bien con pop corn y amigos. Si el suelo no es lo suyo, se pueden colocar sillones, sillas y, por supuesto, muebles de ratán o mimbre con almo­hadones.

Encontrar la manera de lograr un espacio que nos resguarde del sol del mediodía, pero sea ideal para com­partir el atardecer o la noche para cenar o tomar unos tragos, es lo mejor para apaci­guar el calor extremo. Y no es necesario tener grandes patios, sino un espacio en donde colo­car una enredadera y una estructura sencilla de madera y alambres y muebles reciclados de maderas duras que resistan la intemperie. Lindas macetas, y listo.

Un espacio para compartir a cualquier hora del día. Descansar o conversar bajo la sombra que ofrece el techo de cañas y el piso de ladrillo de un espacio muy fácil de lograr rodeado de naturaleza y con la infalta­ble presencia de la hamaca para dejarse llevar por la serenidad y el canto de los pájaros.

Sencillez y la practicidad son importantes a la hora de elegir mobiliario y sobre todo detalles y textiles para esas zonas.