El rey Carlos III prohibió el fuagrás (foie gras) en las residencias reales del Reino Unido, según una carta de la Casa Real británica enviada a la asociación Peta.
El monarca, quien milita a favor de la protección de la naturaleza, una agricultura biológica y la lucha contra el cambio climático, ya se oponía desde hacía mucho tiempo al fuagrás, un alimento de lujo hecho a partir del hígado hipertrofiado del pato o del ganso.
“Muchas gracias por su carta respecto a las cuestiones éticas del fuagrás”, escribió el jefe de la Casa Real, Tony Johnstone-Burt, en misiva dirigida a la asociación People for the Ethical Treatment of Animals (Peta), que la AFP pudo consultar. “Puedo confirmar que la Casa Real no compra fuagrás ni lo sirve en sus residencias reales, ni tampoco está previsto que esta política cambie”, añadió Johnstone-Burt en la carta. A diferencia de su hijo Carlos, a la reina Isabel II, fallecida el 8 de setiembre, le gustaba el fuagrás.
Siempre estuvo en contra del consumo de este alimento por el sufrimiento animal que implica su elaboración.