Dos niñas compartiendo un espacio para descansar y también jugar y estudiar. Un desafío a la capacidad de decorar que puede resultar muy bien.

Si existe el espacio, lograr un sitio en el que se pueda realizar las tareas escolares, dibujar, pintar y servir para guardar libros al alcance de la mano. Lo ideal es que ese lugar tenga acceso a mucha luz natural y también luminaria dirigida para facilitar las tareas. Cajas forradas, portalápices, cuadros etc. y los mis­mos libros serán parte del decorado.

Otro detalle no menos importante es elegir los colores y deta­lles de acuerdo al gusto personal de quienes la usarán. Dos niñas con su propia personalidad, encontrar un justo medio para que les guste a las dos. Que cada una tenga la posibilidad de agregar algún detalle muy personal, es parte del juego.

El hecho de decorar cuartos de niñas resulta especialmente atractivo ya que podemos ser muy creativas y recurrir a muchos estilos, colores y elementos. Para no fallar y lograr un resultado óptimo, hay que comenzar tomando medidas a fin de determinar el sitio de cada elemento.

Vidrios o metales para quienes prefieren priorizar las últimas ten­dencias. Madera sólida: clásica. Gran durabilidad y sin complica­ciones en cuanto a moda. Mármol o microcemento, sinónimo de ele­gancia y sofisticación. Suelen com­binar con el metal. Con el cristal la ventaja es el efecto visual que reduce espacio. Para exhibir pisos o alfombras, es la opción ideal por su transparencia.

Si se limita el consumo de algunos alimentos por cierto tiempo como el azúcar, por ejemplo, aumenta la sensibilidad a la insulina y se reduce la aparición de espinillas y puntos negros.