Con la llegada de la nueva temporada, la más festiva, se disparan las actividades sociales y cada fin de semana, inclusive en días “hábiles”, hay un mar de compromisos y eventos donde comidas y bebidas están a la orden del día. Nuestro cuerpo puede llegar a sufrir el impacto de los excesos y envía señales de una necesidad urgente de desintoxicación.
El cuerpo realiza diferentes procesos para mantenerse saludable mediante los riñones y el hígado. Cuando estos se sobrecargan podemos sentir diferentes síntomas que indican que necesitamos desintoxicarnos. Por un lado, el hígado se encarga de neutralizar o transformar las sustancias tóxicas y eliminarlas, mientras que los riñones filtran y disocian los nutrientes que sí necesitamos y todo aquello que el cuerpo debe expulsar. Cómo ambos, en parte, están a cargo de “la limpieza”, cuando se sobrecargan y no funcionan correctamente aparece el malestar.
HÍGADO Y RIÑONES
Con frecuencia, se puede sentir fatiga y dolores de cabeza. Primero porque interviene en los procesos metabólicos de los alimentos y en la obtención de energía. También aparecen problemas digestivos, sensación de pesadez, molestias intestinales, flatulencias o incluso náuseas, especialmente al consumir alimentos elevados en grasas. El estreñimiento, la halitosis y un cambio de color en la lengua son otros de los indicadores, a su vez de los cambios de humor, irritabilidad, nerviosismo y decaimiento.
Las señales de los riñones se hacen más notorias en la orina, generalmente se vuelve más oscura, densa y de olor más intenso. La persona empieza a retener líquidos, sintiendo el vientre inflamado, los párpados, labios, manos y piernas hinchadas o pesadas. Por último, puede haber una alteración de la presión arterial, lo cual puede derivar en afecciones cardiovasculares.
LA PIEL
Otro indicador de que se requiere una desintoxicación del organismo es el aspecto de la piel, de por sí los especialistas lo apodan “el tercer riñón” del cuerpo, ya que a través de él también existen procesos depurativos a través del sudor.
Se puede notar que la dermis perdió luminosidad, hay más brotes de acné, irritaciones, eccemas y puntos negros. Si no se consume suficiente agua la piel se reseca y pierde flexibilidad favoreciendo la aparición de arrugas. La flacidez también es otro indicador, más cuando se abusa de harinas refinadas y azúcar porque deteriora las proteínas como el colágeno.
Los alimentos, la hidratación y el descanso son los combustibles del cuerpo. La mejor manera de que nuestra “maquina” funcione al 100% es cuidar estos aspectos.
TIPS PARA UNA BUENA DESINTOXICACIÓN
1-Debemos ingerir más verduras y frutas como: remolacha, pepino, manzana, ajo, cebolla, mamón, espinaca, lechuga, cítricos, entre otras. Cuando más variado y colorido mejor, ya que sus fitonutrientes y antioxidantes se encargan de nutrir los diferentes órganos del cuerpo.
2- Hay que evitar los alimentos procesados, altos en sodio, grasas “malas”, azucarados, harinas refinadas, embutidos y consumir en menor medida cortes de carne vacuna. El exceso de estos -no saludables- favorecen la obesidad y aceleran el envejecimiento prematuro del hígado, según mencionan desde la Universidad de California, Estados Unidos.
3- La forma en que cocinamos nuestros alimentos también es importante, hay que evitar las frituras, los condimentos altos en sodio, la sal y optar por opciones más magras como la plancha, vapor u horneado. Al condimentar tus ensaladas lo mejor es elegir el aceite de oliva, el limón, vinagre y un toque de pimienta que la mayonesa u otros aderezos preparados.
4- Hay que tomar suficiente agua para estimular al riñón y que pueda eliminar las toxinas a través de la orina, en eso no cuentan las infusiones, el tereré o el mate, debe ser agua y, si nos referimos a cantidades, al menos 2 litros por día. Evitá las bebidas alcohólicas y carbonatadas como las gaseosas.
5- Mové el cuerpo con caminatas, paseos en bici, yoga, etc. También es bueno hacer sauna o un baño calentito con sal marina o sales Epson. Sudar es uno de los mejores métodos para eliminar toxinas y depurar a través de los poros de la piel.
6- Acostate temprano: Durante un proceso depurativo es muy importante descansar adecuadamente. Nuestro cuerpo activa su mecanismo natural de “limpieza” cuando está durmiendo, por lo que será crucial dormir entre 7 y 8 horas.