El cuidado personal es una de las formas claves para mejorar la salud física y mental, por eso compartimos algunos cuidados diarios que contribuyen un montón a nuestro bienestar.
No importa en qué etapa de la vida estemos, es fundamental incorporar el autocuidado. Brindarnos atención y priorizar todo aquello que esté orientado a nuestro bienestar físico y psicológico mejora sustancialmente nuestra calidad de vida. Cuando nos dedicamos tiempo y priorizamos nuestro bienestar, evitamos el agotamiento y aumentamos nuestra productividad. Además fortalecemos nuestro amor propio y mejoran nuestras relaciones interpersonales.
Cuidarse a sí mismo significa preguntarse qué necesito y darse una respuesta honesta que beneficie nuestra calidad de vida. A su vez, es tomar medidas que contribuyan en nuestras necesidades físicas, emocionales, mentales, financieras, ambientales y espirituales. Estos cinco sencillos consejos contribuyen a lograr ese bienestar integral que tanto anhelamos.
1 RECONOCERSE A SÍ MISMO
No es egoísta cuidarse a uno mismo, por el contrario, es fundamental para nuestra felicidad y bienestar. Por eso, es importante que identifiques tus límites y respetar la salud. Priorizar tus necesidades, afectos, descansos y tomarte un momento para reconocer cualquier obstáculo difícil que hayas superado o las lecciones que has aprendido.
2 RESTAURATE
Todos necesitamos de un momento de gracia, perdón o aceptación de vez en cuando, así es que dedicá tiempo a reflexionar y sanar aquello que tienes en el interior.
3 AUTORREGALOS
Cada semana elegí algo que sea de tu agrado, no importa si es algo pequeño o grande, lo primordial es que te llene de alegría. Así como puede ser un objeto material también puede ser un momento dedicado a algo que te gusta.
4 HABLÁ POR TI MISMO
Elegí un alma de confianza y expresá lo indecible como “necesito ayuda”, “tengo miedo”, “hace tiempo que no me siento como yo”. Hay algo en expresar la carga que la hace más ligera, así que dale a las personas cercanas a ti la oportunidad de apoyarte.
5 DESHACETE DE LA PRESIÓN
Establecer expectativas más realistas y eliminar la palabra “debería” del vocabulario. Es sumamente importante valorarse a sí mismo y no tomar en cuenta las críticas o presiones que ejerzan los demás.
Si nos dedicamos tiempo y priorizamos nuestro bienestar, evitamos el agotamiento, aumentamos nuestra productividad y fortalecemos nuestro amor propio.