La palabra en sánscrito significa “círculo sagrado” y su origen se remonta a la India. Pintar mandalas puede ayudar a la relajación pues las diferentes formas de estas figuras producen cierta sensación hipnótica que ayuda a calmar la mente y el cuerpo. En sí misma es una técnica de relajación porque favorece la respiración calmada y disminuye las pulsaciones. Al momento de pintar, no importa el diseño ni hay que seguir patrones, pero sí una busco no pasarse de las líneas y se enfoca en crear algo con resultados satisfactorios, entonces, esto activa la concentración y en la práctica regular se logra mejorarla.
A veces es muy difícil desconectarse de la rutina y las preocupaciones, pero al pintar mandalas estamos practicando mindfulness. Nos centramos totalmente en la tarea, el “aquí y ahora”, y no pensamos en las cosas que nos estresan.
Este hobby no solo ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, también es un buen método para descansar la mente, fomentar la creatividad y expresar emociones que a veces nos cuestan hablar. Al tener un impacto positivo sobre nuestra mente, nuestro sistema inmune también se ve favorecido y es una buena actividad para dedicarnos tiempo a nosotras mismas.
Los expertos en arteterapia afirman que es un pasatiempo con varios beneficios para la salud; ayuda a relajarse y a alejarse de las preocupaciones.