La “Ciudad del ñandutí” luce más cautivante que nunca; con primorosos matices que decoran la ciudad, el aniversario de su fundación fue celebrado en estos días por todo lo alto con la presentación de innovaciones y atractivos que dejan maravillados a propios y extraños, en un destino turístico cada vez más enriquecido, a muy pocos kilómetros de la capital.

• Por Armando Giménez Larrosa
• armando.gimenez@nacionmedia.com
• Fotos: Nadia Monges

La “Ciudad del ñan­duti”, Itauguá, ubi­cada a unos 30 km de Asunción, conectada a través de la Ruta PY02, cumplió el pasado 27 de junio 294 años de fundación. El festejo se dio en pleno auge económico y desarrollo urbano, man­teniendo el estilo y su cul­tura. La ciudad actualmente cuenta con varios puntos turísticos, tanto en el casco urbano como en sus alrede­dores. Recientemente, por su aniversario, presentaron el “Cielo de ñandutíes”, un trabajo realizado por arte­sanos itaugüeños, represen­tando así el sello cultural de la localidad.

En pleno centro, las calles siguen manteniendo a las casas coloniales y algunas casonas, resaltando así los trabajos de mantenimiento y puesta en valor de estas reli­quias patrimoniales. Todo esto ubicado en las inme­diaciones de su monumen­tal iglesia Virgen del Rosario.

Frente al mismo, resalta el paseo José Asunción Flores, manteniéndoce como un jar­dín y en el centro una fuente de agua. A una cuadra de la iglesia central está el Paseo de los Ilustres de Itauguá, inaugurada recientemente, donde varias figuras resal­tan en los murales, como ciudadanos representantes ilustres, como gobernado­res, ciudadanos, tejedoras de ñandutí, entre otros. Entre los ilustres, por ejemplo, resalta la imagen del “Maris­cal” Salvador Cabañas, ade­más del poeta reconocido Félix Fernández Galeano.

La Nación/Nación Media accedió a una entrevista con la secretaria de Turismo, dependiente de la Munici­palidad de Itauguá, Pamela Martínez, quien destacó que la ciudad hoy por hoy regis­tra un avance sustancial res­pecto a los últimos años, con un desarrollo económico y social importante. Enfa­tizó que se realizaron varios eventos el fin de semana, en el marco de las festividades de aniversario, que arrancó el viernes 24 de junio con la llegada del móvil de Ciudad Mujer, con servicios básicos para toda la ciudadanía. El 25 de junio se realizó la pre­sentación del libro, en con­junto con el Instituto de la Cámara de Diputados, ade­más de la fiesta de San Juan de la municipalidad, en el Paseo de los Ilustres.

El sábado 26 se presentó oficialmente el trabajo “Cielo de ñandutíes”, una obra realizada por los arte­sanos del Centro Cultural. “Un majestuoso trabajo que tardó siete días para tejer, porque fue hecho con un material específico para que pueda resistir a la intemperie, el viento y la lluvia, entre otros”, indicó.

Entre la zona turística, la ciudad ofrece lugares muy atractivos como en la zona del casco urbano, el Paseo de los Ilustres, el Paseo José Asunción Flores, además del Museo Parroquial San Rafael y la iglesia de la Vir­gen del Rosario. Saliendo de la zona urbana, está la playa municipal, a orillas del lago Ypacaraí, además de la ex estación de Ferrocarril, en Patiño, y la zona de Estan­zuela, donde están los pro­ductores de frutilla, ade­más del Mirador del Cerro Patiño, entre otros.

Itauguá también se sumó a la tendencia de las “sombri­llas de colores” que impu­sieron varias ciudades del mundo, entre ellas Córdoba y Lisboa, que están colga­das en el Paseo de Los Ilus­tres, decorando el paisaje, en conjunto con el “Cielo de ñandutíes”.

“Las sombrillas de colo­res es como un llamado de atención a una enferme­dad que tenemos a nivel mundial y que no se le da tanta importancia, se trata del autismo. Es una forma en que ellos puedan diferenciar los colores y además de llamar la aten­ción, es como una marcha simbólica”, explicó.

Este Paseo de los Ilustres es como una “memoria” de la ciudad de Itauguá, ubi­cada sobre la calle Gene­ral Bernardino Caballero, en el casco urbano y fue ya inaugurado en el periodo anterior, en el pasado ani­versario. “Están las figu­ras que fueron parte del desarrollo de la ciudad y que aportaron tanto a la cultura como a la edu­cación y distracción. Así como futbolistas, están maestros, tejedo­ras. Son los hijos ilustres de la ciudad, represen­tadas en cada mural del paseo”, explicó.

Por otro lado, la secreta­ria de Turismo de Itau­guá resaltó que la ciudad está en pleno proceso de desarrollo, con avan­ces grandes respectos a periodos anteriores. “Ya hay mucho más servicios, más bancos con oficinas en la ciudad, así como cooperativas y entidades financieras. Los servicios básicos que una persona puede precisar ya están disponibles en la ciudad. Hay bares, restaurantes y empresas comerciales de renombres ya instaladas en la zona”, comentó.

Saliendo de la zona urbana, está la playa municipal, a orillas del lago Ypacaraí, además de la ex estación de Ferrocarril, en Patiño, y la zona de Estanzuela, donde están los productores de frutilla, además del Mirador del Cerro Patiño, entre otros.

El casco urbano de la ciudad de Itauguá se volvió una zona cre­cientemente gastronómica, con negocios florecientes, tanto de nuevos emprendedores como de renombradas marcas interna­cionales. Están conformados por bares, restaurantes, pizzerías, distribuidos en varias cuadras de la zona céntrica. También están los negocios de comidas culturales, como el icónico Lambreado, elaborado en base a carne molida y galleta molida. Esto se puede degustar principalmente en la zona del mercado municipal.

Uno de los negocios que está en crecimiento es el de consumo de pizzas. Justamente hace unos meses atrás arrancaba la incur­sión de Guapo’y Pizza’s, un local de venta de comida rápida 100% artesanal, con un toque rústico frente al también icónico árbol de guapo’y reconocido por los ciudadanos. Se trata de una planta anti­gua y enorme, ya conmemorada como patrimonio, cuyo hermano fue uno de los participantes del Coloso de la Tierra.

El equipo de tejedores del Centro Cultural “Tejedora del ñan­dutí”, conformado por nueve personas, fue el encargado de tejer y armar el “Cielo de ñandutíes”; ellos son: María Luisa Romero, José Luis Barbote, Tamara Estigarribia, Elizabet Romero, Lía Rivas, Shirley Romero, Raimundo Romero, Diosnel Romero, César González y Ángela Romero.

Se utilizaron más de 24 argollas de 50 cm, 8 de 60 cm y el cen­tral de 1.50 cm y les tomó aproximadamente 7 días para realizar el trabajo, según detallaron desde el Centro Cultural. Se trabajó con los dechados más conocidos que son: el takuru, guaimi lomo, filete y el dechado emblemático de Itauguá que es el mbokaja poty, también se utilizó el mburukuja poty, la estrella, rosa botón, jazmín poty, canastilla, entre otros. Miles de personas ya llega­ron para conocer y disfrutar de la colorida zona y poder guardar el momento en una fotografía. Desde el Centro Cultural desta­caron el gran trabajo de los tejedores del “Cielo de ñandutíes”, por lo que se sienten bastante orgullosos.