Por Natalia Delgado, natalia.delgado@nacionmedia.com - Fotos: Eduardo Velázquez

Cruzar las puertas de este restó es hacer un viaje en el tiempo, nos transporta a los años 20 cuando el alcohol estaba prohibido y los gangsters de la época hacían sus negocios en un lugar llamado “Brooklyn Hotel”. Los espacios y cada detalle fueron ideados para que el comensal viva una experiencia única y quiera volver.

Este restaurante se creó en octubre del 2014 con la intención de revolucionar la idea del concepto gastronómico en Asunción. Susana de Marco, una de las dueñas, comenta que en aquellos tiempos el plan parecía descabellado. “Venimos de una cultura donde el paraguayo es muy carnívoro y cervecero, y Brooklyn intentó imponer un concepto distinto: sushi y cocktails, al principio nadie creía que iba a ser aceptado, pero funcionó”, expresa.

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Pasar una velada en este lugar es una desconexión del mundo actual. Al cruzar la puerta nos adentramos en un lobby que recrea la entrada del hotel donde Al Capone, Nicky Harrison, Charles “Lucky” Luciano, entre otros, planificaban todo tipo de negocios ilegales y clandestinos. La persona que recibe a los comensales se encarga de contarles sobre la historia de aquellos tiempos y los invita a ingresar “al ascensor” mediante el código 102, un pasillo que ilustra la entrada a este espacio secreto donde los criminales hacían de las suyas.

UN MENÚ DE AUTOR

“Nosotros no hacemos ni coctelería tradicional ni sushi tradicional, todo tenemos de autor, si el cliente pide una sangría, por ejemplo, nosotros le ofrecemos algo parecido, hacemos reversiones de todo”, explica Susana. La carta dispone de un menú variado, aunque las estrellas son el sushi y la coctelería, también ofrecen platillos elaborados con carne vacuna, pollo, cerdo, pastas, ensaladas y para beber cervezas y otras opciones sin alcohol.

De entrada, nos sirvieron el “Holy Bible”, un cocktail con historia compuesto por jugos cítricos, jengibre, semillas de amapola y tres destilados distintos. De Marco recuerda que en aquella época, tanto la mafia como la iglesia iban perdiendo terreno y decidieron aliarse. La iglesia permitía la venta de alcohol y la manera de distribuirlo era a través de las biblias. Luego degustamos el “Union Pacific”, un trago para compartir presentado en un tren miniatura que detalla cómo se trasladaba el alcohol en los años 20. “Buscamos jugar mucho con la curiosidad de la gente y que sea muy fiel a nuestro estilo, disimulando la venta del alcohol”, aclara la dueña.

Para empezar nos presentaron tres tablas del sushi. El primero a la derecha, bautizado como “Japanese corner” de sabor agridulce, el arroz estaba teñido con tinta de calamar, y por dentro tenía langostinos y queso crema. El del medio, llamado “Brooklyn Brigde”, coronado con alcaparras y compuesto por pasta de sésamo, salmón apanado y queso crema, y por último, a la izquierda el “Broadway”, elaborado con salmón flameado, mermelada de jalapeños, palta, langostinos y queso. Todos preparados en el momento y acompañados con salsa de soja y wasabi.

Por último, fuimos agasajados con un cocktail titulado “Virginia Hill”, quien fue novia de Al Capone; parece un trago delicado pero en realidad su composición está basada en licores fuertes. También sirvieron una copa con langostinos apanados en mermelada de jalapeños y un imponente Thomas Hock de 500 gramos acompañado de un delicioso puré de papas condimentado con especias. Cada platillo y cocktail fueron una experiencia única para el paladar, acompañado de una vivencia y atención que merece ser divulgada de boca en boca.

Dependiendo del día, Brooklyn ofrece descuentos de hasta el 50% en su carta y sushi libre por 100 mil guaraníes. El restó está ubicado sobre Cruz del Chaco 957, Asunción y abre sus puertas de lunes a sábados de 18:00 a 1:00. Para reservas se pueden comunicar al (0994) 700-090 y para conocer más sobre su propuesta a través su cuenta de Instagram @thebrooklynhotel.

ESPACIOS Y DETALLES

Cuenta con varias instalaciones donde las personas pueden disfrutar de una noche especial. Fiel a la temática del restó, cada estancia, cada detalle es una evocación de los años 20. El primero es el patio, a la derecha se puede apreciar un camión antiguo lleno de botellas de licor que representa el transporte en el que llevaban las bebidas ilegales. Alrededor hay sillones, mesas y sillas para que los clientes puedan disfrutar de un delicioso cocktail en compañía. Cada rincón del salón principal está equipado con muebles y adornos de la época, Susana nos comparte que muchos de ellos fueron traídos del exterior y otros son réplicas exactas. Una vez que el comensal se sienta en su lugar los sentidos se activan, desde la luz tenue, la música suave, los aromas, el tacto de la cristalería y el sabor extraordinario del menú y las bebidas.

Uno de los espacios más icónicos de The Brooklyn Hotel es la habitación 102, ubicada un piso más arriba. “Al Capone se reunía con sus amigos y hacían sus negocios ilegales, cuando vos entrabas al Hotel Brooklyn en Nueva York tenías que decir la contraseña que era “la habitación 102″ y ahí te dirigías al salón privado”, menciona De Marco y agrega que para acceder a este lugar se requiere de una reserva y que tiene capacidad para alrededor de 15 personas.

El siguiente sitio que ofrece este restó es un balcón al aire libre y si la intención es realizar una reunión privada, un cumpleaños o un evento especial, también cuentan con un salón de mayor capacidad, todas disponibles con una reserva anticipada de 48 horas.


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