La llegada de la temporada invernal implica varios cambios de rutina en la casa y en esto está incluido el aseo de nuestras mascotas; el descenso de las temperaturas no debe significar el descuido de la limpieza de nuestros fieles amigos. Su higiene es sumamente importante para mantenerlos con buen ánimo, alejados de las enfermedades de la piel, de los parásitos, y para evitar que desprendan malos olores.
Si en verano podíamos bañar a nuestro perro en el patio, con la manguera del jardín, las actuales condiciones climatológicas no nos permiten hacer lo mismo y obligan a tomar algunos recaudos al momento de asearlo. Ciertamente, bañarlo en invierno implica un poco más de trabajo, pero todo sea porque nuestro querido can no lo pase mal en ese momento. Te aconsejamos seguir estos pasos.
Primero, hay que regular la temperatura del ambiente donde se lo bañará, que se mantenga calentito. Después, bañarlo con agua templada a tibia; dejá que tu mascota se sacuda el exceso de agua y luego usá varias toallas para absorber el agua restante de su pelaje y de su cuerpo. Los expertos no recomiendan usar un secador de pelo para personas en caso de no contar con uno especial para perros porque el aire que expulsan suele ser muy caliente, lo cual incomoda mucho al animal.
No lo bañes de noche, sobre todo si tiene una capa de pelo grueso; es preferible que lo hagas por la mañana para que su pelo se seque bien durante el día. La limpieza en seco es también una opción si tu perro es friolero o si no tenés tiempo para bañarlo de la manera tradicional. Podés usar champú seco que eliminará olores, además de absorber el exceso de grasa y suciedad.
Aunque las temperaturas bajen, la higiene de nuestra mascota es sumamente importante para mantenerla con buen ánimo, alejada de las enfermedades de la piel y de los parásitos y para evitar que desprendan malos olores.