De pronto los niños dejan de ser bebés y sus cuartos deben adaptarse a sus gustos y también servirles como espacios donde pueden descansar, jugar y hasta realizar sus tareas en un ambiente que los haga sentir bien.
Si tu hijo creció y de repente te diste cuenta de que ya no es un bebé, puede que su cuarto necesite un buen cambio. Pero más que salir corriendo a comprar muchas cosas, es mejor tomarse un rato de tiempo para pensar en darle al cuarto la mayor utilidad, además de belleza, y evitar errores como sobrecargar de tejidos, muebles pesados y muy caros, ya que según los expertos, hay que cuidar detalles como los que enumeramos a continuación.
1- Lo más importante es pensar el cuarto para ella o él, lo que a ellos les gusta y no lo que nos gusta a nosotros: colores, detalles y estilo. Igualmente, medirlo y saber sus dimensiones para poder adaptarse al espacio. Los colores son importantes, se pueden usar, pero mejor siempre es una base neutra y los colores más fuertes, en pequeños espacios o en detalles decorativos.
2- Luego de definir estilo y espacio, elegir los colores de diseño; hay que pensar que sea una habitación que “crezca” con el o la niña, que se pueda adaptar a chicos de más años, hasta llegar a la adolescencia.
3- Cuando decimos práctica, decimos que debe serlo para los chicos, con muchos espacios para guardar a su altura y adaptables, con cerraduras y sistemas no peligrosos o cortantes; con mucha facilidad de acceso a las camas sin ayuda. Existen útiles muebles modulares de materiales fáciles de limpiar con los que se pueden armar muchos espacios de guardado.
4- Si el espacio lo permite, debe tener la zona de descanso, zona de guardado de ropa y la de estudio o tarea, que puede ser una pequeña mesa o tablero con luz led, lugar donde guardar útiles y también libros de cuentos. Hay canastos para juguetes y muebles que cumplen doble o triple función.
5- Al igual que con los muebles, los detalles de decoración (cortinas, alfombras, almohadones, etc.) deben ser pensados en telas divertidas, de acuerdo al gusto de los niños y sobre todo lavables, fáciles de cambiar.