Cuando nos dejamos llevar por el consumismo y adquirimos cada vez más productos, nos volvemos más “pesadas” y esto tiene un impacto en nuestro plano emocional.

Esta filosofía de vida apunta a deshacer­nos de los excesos, a tener lo justo y necesario, pero por sobre todo, a pres­tarle atención a las cosas que verdaderamente importan. Según el minimalismo, hoy en día vivimos en un entorno demasiado estimulante.

Ryan Nicodemus y Fields Millburn, creadores de este estilo de vida lo definen como una herramienta que sirve de catalizador para des­hacernos de los excesos y, mediante él, llegar a la feli­cidad, la libertad y la reali­zación personal.

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Vivimos en un mundo donde todo apunta al consumismo y el sistema te lo ofrece como una necesidad. Los anuncios te dicen que es imprescindi­ble que tengas esa última tec­nología, esa última prenda de temporada, o el último lan­zamiento en calzados.

Según el pensamiento mini­malista, cuando nos dejamos llevar por el consumismo y adquirimos cada vez más productos nos volvemos más “pesadas”, esto tiene un impacto en nuestro plano emocional que se ve sobrecar­gado y dejamos de lado partes esenciales como la libertad.

LIBERARSE DEL PASADO

Retomando las líneas del apego, muchas veces pasa que nos encariñamos con los objetos porque nos recuer­dan una vivencia feliz o a alguien que estimamos mucho. El minimalismo nos recuerda que todos esos momentos vividos están en una y no en los objetos, que lo mejor es centrarse en el presente y planear un futuro para no seguir prestando atención al pasado.

SIMPLE Y ORDENADO

Cuando tenemos dema­siados muebles, adornos, accesorios y demás objetos sin utilidad el ambiente se puede sentir sobrecargado, perdemos tiempo ordenando y limpiando, y es más proba­ble que nuestros espacios se vean desordenados con faci­lidad.

¿LO NECESITO O SOLO LO QUIERO POR CAPRICHO?

Esta es una pregunta que deberíamos hacernos cada vez que tenemos el impulso de comprar algo. El mini­malismo valora el autocon­trol respecto al consumo, promueve ser inteligentes a la hora de gastar nuestro dinero en cosas materiales, y en el caso que se decida com­prar algo, este debe reempla­zar un objeto que teníamos con anterioridad y que ya no cumple con su función. La intención siempre es evadir la acumulación.

¿CÓMO LLEVAR UN ESTILO DE VIDA MINIMALISTA?

Todas tenemos esas pren­das guardadas en el closet que no usamos pero mez­quinamos, muebles, objetos, incluso electrodomésticos que no cumplen ninguna función en nuestra rutina diaria, el minimalismo invita a que nos “liberemos” de todo esto que sobra en nues­tras vidas, ya que el apego a lo material nos vuelve de alguna manera esclavos.

Sus creadores lo definen como una herramienta que sirve de catalizador para deshacernos de los excesos y, mediante él, llegar a la felicidad, la libertad y la realización personal.

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