Un proyecto que nació en Barcelona llegó al país de la mano de una pareja de emprendedores que logró cautivar el paladar de los paraguayos con sabores característicos del viejo continente.
- Por Paul Fernández
- paul.fernandez@nacionmedia.com
- Fotos Christian Meza
En busca del progreso y lejos de Paraguay nació un sueño que pronto se convirtió en una realidad. Chaval, una nueva propuesta en panificados, llegó al país de la mano de una pareja de emprendedores que logró cautivar el paladar de los paraguayos con sabores especiales y toques únicos de una fusión europea.
En el barrio Recoleta de la capital, sobre la avenida Cruz del Chaco esquina Dr. Eduardo López Moreira, Joaquín Abreu (35) y Stephanie Aizenberg (33) desarrollan un proyecto de nombre Chaval, que logró conquistar a un gran número de clientes con una nueva orden en el rubro de panificados. En esta edición especial de La Nación, te contamos las variadas opciones con las que abrieron un nuevo camino en el mundo gastronómico en Paraguay.
Joaquín comentó en una charla con La Nación - Nación Media que junto con su esposa Stephanie vieron nacer la idea de este emprendimiento en Barcelona, España, en donde vivieron por al menos siete años dedicándose a sus respectivos trabajos que no justamente estaban relacionados a la cocina. Él, director de fotografía de cine; ella, diseñadora de modas, descubrieron su pasión por la gastronomía tras empaparse por un estilo de alimentación basado en la fermentación.
“Nuestro proyecto nace en Barcelona porque vivimos ahí los últimos siete años, nos mudamos de vuelta a Asunción en octubre del año pasado y más que nada empezamos por un camino por los fermentos, primero en la comida saludable, investigamos mucho sobre las microbiota y ahí empezamos a consumir alimentos fermentados y a hacer nuestro propio fermento”, comentó Joaquín, que trabaja activamente en la panadería junto con su esposa.
Sin haberse imaginado que estaban acercándose a lo que sería su primer emprendimiento juntos, Joaquín señaló que la pandemia del covid-19 les ayudó a percatarse que en la cocina iban a desarrollar su mayor talento, que hoy convirtieron en un gran negocio en nuestro país. “Nació una obsesión y empezamos a hacer pan y derivados de panadería y otros panificados con masa madre, se volvió parte de nuestra rutina”, relató.
SUEÑO CUMPLIDO
Por algunas cuestiones familiares decidieron volver a Paraguay en donde les esperaba lo mejor debido a que verían cómo nacía lo que ellos llaman hoy su gran proyecto juntos. Una sugerencia fue el puntapié inicial para que el sueño del proyecto se convierta en un negocio propio con el gran desafío de llenar las expectativas de un público bastante introvertido.
Joaquín no niega que al principio existió un poco de miedo por lo que Chaval iba a presentar, pero aclaró que toda esa sensación se convirtió en alegría tras ver la aceptación que tuvieron en el mercado nacional. “Fue todo un desafío, al principio lo veíamos bastante cuesta arriba por el miedo a lo nuevo, pero ahora estamos acá supercontentos, fue todo un desafío. El proyecto empezó todo allá (Barcelona - España), fue una mudanza internacional”, sostuvo.
El negocio denominado Chaval lleva al menos nueve semanas abierto al público y en ese poco tiempo logró conquistar con sabores únicos a un público difícil, con productos especiales a los que calificó “estrellas”.
El emprendedor destacó que el panificado conocido como Palmeras se convirtió en el más vendido y el más buscado durante estas semanas, junto con la torta típica polaca llamada Babka, que consiste en una masa trenzada combinada con chocolate y avellanadas, que se consagró con un éxito rotundo.
Esta especial lista sumó el Chuzco Chaval, consistente en un pan 50% integral que interpreta el pan de todos los días que acompaña en la mesa de todas las casas. Sobre ese punto, Joaquín destacó la aceptación de las personas con estos productos que si bien no presentan ingredientes muy ajenos al país, lograron cautivar a cada uno que se aventuró a probarlo.
EXPECTATIVAS
El año se presenta bastante positivo para Joaquín y Stephanie, que trabajan a diario horneando propuestas y opciones para los que toquen las puertas de Chaval. En ese sentido, explicó que buscan seguir creciendo en el mercado paraguayo a fin de consolidar la marca y los productos que ofrecen de modo a ir aumentando la variedad al transcurrir los días.
La incertidumbre fue un condimento que aumentó la pasión en este emprendimiento atendiendo al conocimiento de un hábito de consumo básico que se tiene en Paraguay. No obstante, no fue tomado como un obstáculo debido a que mediante Chaval, más personas se fueron adentrando a un mundo nuevo de sabores logrando un paladar ampliado para lo que llegan hasta el local.
“Nos preguntábamos sobre los hábitos de consumo porque el paraguayo, creo que recién los últimos 10 años está viviendo la revolución gastronómica por suerte, está abriendo más su paladar y está con muchas ganas de probar cosas nuevas, por suerte puedo admitir que nuestros clientes están abiertos a probar todo lo que les ofrecemos”, aseguró Joaquín.
AMPLIAR LA EXPERIENCIA GUSTATIVA
El compatriota asegura que llegar con algo nuevo será siempre el objetivo de Chaval, de manera de seguir ampliando la experiencia gustativa de sus clientes. Pero no solo en sabores, sino también en costumbres, acercando a cada uno de ellos a una experiencia pluricultural que adoptaron en sus viajes por la madre patria. Adelantó que están trabajando en nuevas propuestas que pondrán sobre la mesa con la llegada de nuevas festividades para las cuales tienen una opción nueva.
“Vamos a tener nuevas propuestas por sobre todo ligadas a lo que extrañamos de España, que era como nuestra cultura allá, como las tardes de vermut y tapas básicas siempre relacionadas al pan para no perder mucho el foco de la panadería, estamos contentos de seguir presentando otras propuestas para las diferentes festividades que hay, ahora por ejemplo en Pascua hicimos roscas de Pascua que tuvieron mucho éxito”, resaltó.
“Fue todo un desafío. Al principio lo veíamos bastante cuesta arriba por el miedo a lo nuevo, pero ahora estamos acá supercontentos”.
JOAQUÍN ABREU
PROPIETARIO