Un tribunal de sentencia integrado por los jueces Juan Francisco Ortiz, Manuel Aguirre y Rosana Maldonado absolvió de culpa y pena a la médica Laura Sena, acusada por homicidio culposo por el fallecimiento del niño Renato Rojas Talavera. Los magistrados que votaron por la absolución son Ortiz y Maldonado mientras que Aguirre votó por una condena.
El juez Ortiz, presidente del colegiado, señaló que “el presente caso es una causa muy poco común y de mucha complejidad porque acá las pericias son las pruebas madres, porque para que nosotros podamos hacer una construcción jurídica, dependemos del insumo de los médicos, no podemos hacer nada jurídicamente si no nos dan los médicos las herramientas y nosotros no tenemos la formación médica para poder elaborar o discutir cuestiones que tuvieron implicancia en el hecho”. indicó.
Agregó que “el resultado de la junta médica en lo que respecta al informe de los médicos manifestaron que Renato era un paciente crónico con enfermedades previas, complejas, con recurrencia de infecciones respiratorias frecuentes, por lo que no se garantiza ni asegura que de haberlas realizado dichas acciones omitidas, el paciente haya respondido de forma diferente al paro cardiaco respiratorio, por lo que no se puede determinar una relación de causalidad”, señaló el magistrado.
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El juez Ortiz dijo que el resultado de la junta médica establece un estatus de cuanto menos una duda insuperable y que si en el hipotético caso de que quiera fundamentar su voto de que la doctora incumplió con sus obligaciones tendría que discutirle a ocho, para no decir a los diez médicos más prestigiosos, siendo un simple abogado”, manifestó.
Antecedentes
Todo se inició en fecha 20 de agosto del 2019, cuando Macarena Talavera Angulo, madre de Renato, y Mirna Beatriz López (niñera del pequeño) lo llevaron al sanatorio de Asunción para su atención médica, ingresando a la sala de observación del Servicio de Urgencias a cargo de Laura Sena Figueredo.
De acuerdo a la investigación del Ministerio Público, Laura Sena Figueredo, a pesar de ser informada sobre el estado de salud del pequeño, quien adolecía de una cardiopatía referida por la madre, omitió una serie de acciones necesarias en el caso específico del paciente. El niño habría pasado más de cuatro horas con fiebre elevada, irritabilidad y taquicardia en la sala de observaciones del sanatorio.
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