Un pedido insólito se realizó hace dos años en el marco de un juicio de acción penal privada contra una mujer por difamación, calumnia e injuria. En la oportunidad, la querellada había solicitado medir el miembro viril del querellante, acusándolo de sufrir la “patología del micropene”.
El juicio había iniciado tras publicaciones de la mujer que dañaron el honor del hombre y en plena audiencia se solicitó que se admita como medio probatorio la pericia anatómica forense del miembro viril del hombre.
Esto, a los efectos de acreditar que efectivamente padece de la patología del micropene; además, la mujer solicitó pericias sociológicas y otras pruebas.
Estas solicitudes fueron rechazadas por el juez Víctor Medina (hoy jubilado), quien condenó a la querellada por difamación e injuria a 120 días de multa con suspensión a prueba por un año.
La defensa de la mujer apeló la resolución del magistrado, pero más tarde el Tribunal de Apelación ratificó la resolución de Medina, por lo que no se realizó el examen solicitado al pene del querellante.
Patología del micropene
De acuerdo a la Stanford Medicine, un micropene se define como un pene de estructura normal cuyo tamaño es inferior al rango normal para un bebé que, en general, oscila entre 2,8 y 4,2 centímetros, con una circunferencia de 0,9 a 1,3 centímetros.
Un pene con una longitud inferior a 1,9 centímetros generalmente se considera un micropene. El micropene puede ocurrir por sí solo, pero generalmente se presenta en combinación con otros trastornos.
Junto con el micropene es común observar trastornos hormonales que producen un nivel anormal de hormonas que participan en el desarrollo de los órganos sexuales. Dichos trastornos pueden comprometer la glándula pituitaria o el hipotálamo.
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