El juez José Delmás decretó la prisión preventiva de Shirley Santacruz, imputada por supuesto homicidio doloso de su hijo de 5 años, Juan David, ocurrido el martes pasado en un inquilinato de Asunción. La mujer será remitida a la penitenciaría del Buen Pastor.
La joven acudió al Palacio de Justicia para la audiencia de imposición de medidas y en la que tras el pedido de la Fiscalía de la prisión preventiva, se conoció la orden del magistrado que dispuso su inmediato trasladado al penal ubicado en el barrio Recoleta de Asunción.
Catalogada por la Policía como la única sospechosa del crimen del menor, Shirley se mantuvo en su coartada al insistir que fue atacada por asaltantes y que su hijo murió supuestamente en manos de los delincuentes.
Consideró a su hijo “el único motor” de su vida y describió que los sujetos “eran flacos, altos y olían mal”. Aseguró que al asfixiarle al pequeño dijeron: “Jaha, jaha, ko mitã'i ndoku’eveima” y escaparon de la casa.
Los investigadores verificaron todos los circuitos cerrados de las viviendas contiguas al inquilinato y en ninguno de ellos se pudo observar el momento del ingreso de los dos supuestos chespis mencionados insistentemente por la madre del chico asesinado.
No paraba de llorar
Al ser consultada sobre el punto, Shirley respondió que los sujetos pudieron haber ingresado por las viviendas vecinas y no por la entrada al pasillo que da con su inquilinato.
En medio de la entrevista con los diferentes medios de prensa, la mujer no paraba de llorar y en todo momento defendía su inocencia. “Mi hijo del susto empezó a decirme: mamá, mamá y los otros le atajaban”, manifestó.
Alegó que intentó socorrer al niño y ahí supuestamente observó que los asaltantes ya le habían puesto la almohada en la boca, con la que se habría producido la asfixia. “Ellos salieron por la puerta de mi casa, pero no me fijé si salieron por el portón, por el costado o hacia el fondo de mi casa”, expresó.
Según la acusada, el asalto se habría dado cerca de las siete de la mañana del día de ayer martes. Se le reiteró por qué no aparece los vídeos del supuesto asalto manifestó: “nadie va a salir por donde están las cámaras, ellos ubican todo”.
Aseguró que los supuestos chespis actuaron a cara descubierta y al ingresar a la pieza en todo momento se expresaron en guaraní y pidieron plata a la mujer. “Como dije yo empecé a trabajar recién y dentro de un mes recién iba a tener plata. Ellos me golpearon la puerta y yo pensaba que eran los albañiles que siempre trabajan en frente de mi casa”, dijo.
El hecho que desde un primer momento llamó la atención de la Policía es que no se produjo ningún robo en la citada casa. Shirley negó ser consumidora de drogas y afirmó que practicaba deporte y que la víspera del macabro suceso se encontraba con sus amigas jugando un partido de fútbol en la ciudad de San Lorenzo.
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