Por Rocío Gómez. Corresponsal de Itapúa.
En plena pandemia, agosto del 2020, un guardia de seguridad aprovechó su cargo de confianza en una empresa agroindustrial de Coronel Bogado y se alzó con G. 1.390.000.000 de la caja fuerte. Ayer jueves culminó el juicio oral y público con sentencias de cárcel para el autor principal y sus cómplices, todos familiares del sindicado.
En 2020, Santiago Prado Aguilera se desempeñaba como guardia de seguridad en la empresa agroindustrial Algisa, productores de arroz, aceite comestible y del sector ganadero, ubicada en Coronel Bogado, Itapúa. Llevaba ya 9 años como guardia, por lo que había mucha confianza en su persona.
En plena cuarentena debido al covid, la empresa contaba con licencia para continuar trabajando por ser productora de alimentos. Y fue en esos meses que el ahora exguardia de seguridad, utilizando una llave maestra hurtó, abría noche tras noche la caja fuerte del despacho del empresario y se llevaba grandes cantidades de dinero en efectivo. “Sospechamos que Santiago Prado aprovechó que eran días frescos para ir retirando el dinero en su campera, protegido por la oscuridad de la noche”, señaló el fiscal Enrique Diaz, quien llevaba la causa.
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“Mi cliente había realizado un importante préstamo para pagar salarios y mantener la empresa funcionando en la pandemia, y lo había guardado en una caja de seguridad en su domicilio. La empresa y el domicilio se encuentran ubicados uno frente al otro”, acotó el abogado Ramón Ibarra, querellante del caso. “Si bien la caja fuerte era electrónica, la medida de seguridad en caso de cortes de luz era una llave maestra. El acusado habría robado la copia”, indicó.
Realizó compras
Apenas retiró la sustanciosa cifra, Prado habría adquirido, con la ayuda de sus familiares, un camión, cinco vehículos, inmuebles, electrodomésticos y muebles, entre otros bienes. Todo esto fue sumado a las pruebas en su contra en el juicio que se llevó a cabo esta semana. Sin embargo, la defensa presentó una escritura pública de todo lo comprado.
“Creemos que la pena se redujo porque ofrecieron todo lo que se había comprado durante ese lapso de abril de 2020, hasta agosto, cuando fueron imputados. Estimamos que esto redujo la pena un año a cada uno”, menciona el Abg. Ibarra. Fue así que casi 4 años más tarde, el Tribunal de Sentencia de Primera Instancia, presidido por la abogada Liz Sanabria de Gneiting emitió la condena a Santiago Prado Aguilera a 7 años de cárcel por el delito de hurto agravado.
Mientras que la hermana, Eulogia Prado, recibió 3 años de pena privativa de libertad por el delito de reducción. Los padres, Eva Aguilera y Ramón Prado, fueron condenados a 2 años de prisión con suspensión de la ejecución, debido a que ellos cumplieron con arresto domiciliario previo al juicio. En tanto fueron absueltos los hermanos Éver Prado y Edgar Prado, así como la esposa de este último, Herminia.
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