Ciudad del Este. Agencia Regional.
Un inicio de muchas interrupciones tuvo el nuevo juicio oral y público a Rafael Esquivel, alias Mbururu, por el supuesto atropello a un establecimiento agrícola de Itakyry, junto a un grupo de indígenas. El juicio por esta causa comenzó el martes 14 de noviembre pasado, en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este. En la misma causa están procesados también 16 indígenas y un ciudadano brasileño.
Los cargos que se les imputa son los siguientes supuestos hechos punibles: homicidio doloso en grado de tentativa, lesión grave, coacción grave, toma de rehenes, robo agravado, producción de riesgos comunes, amenaza de hechos punibles, asociación criminal, coacción sexual y violación.
El tribunal que tiene a su cargo este nuevo juicio a Rafael Esquivel está integrado por Herminio Montiel (presidente), Zunilda Martínez y Marino Méndez. El fiscal Alcides Giménez dijo a La Nación Media que “fue una audiencia con demasiados incidentes porque fueron presentadas acciones de nulidad sobre prácticamente todas las acciones realizadas hasta ahora, pero todas pudieron ser resueltas en el mismo juicio”.
Indicó que los cuestionamientos procesales provinieron por parte de los defensores de los indígenas y de Rafael Esquivel. El juicio continuará el 21 de noviembre con la comparecencia de los testigos que llevaría varias jornadas, según el agente fiscal. Mencionó que las declaraciones de testigos llegarían hasta diciembre y dependerá de si aparecen nuevos incidentes para que el juicio termine este año.
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Mbururu Esquivel guarda reclusión desde el año pasado por esta causa. Ya fue objeto de otro juicio por la acusación de coacción grave y robo, por el atropello a la granja La Sonrisa de Ciudad del Este. Quedó libre de la acusación de robo y en el caso de coacción fue encontrado culpable. Fue condenado a dos años de prisión con suspensión de la medida.
El hecho que se investiga ahora en el juicio iniciado ocurrió el 20 de agosto de 2022, a las 13:00 aproximadamente, en un inmueble ubicado en la colonia “Chacore’i”, Tapé Yke, distrito de Itakyry. En esa ocasión, Mbururú Esquivel, Diego Goncalves y Lorena Goncalves encabezaron supuestamente un grupo de aproximadamente 50 indígenas, de la localidad de Ka’a Poty, que atropelló la propiedad y redujo a sus ocupantes.
Según la acusación del fiscal Alfredo Acosta Heyn, fueron víctimas Pedro Rufino Torras Maldonado, su esposa Rosalina Romero de Torras, Francisco Leonardo Torras Romero, Carlos Torras e Inocencio Ramos. Los atacantes llegaron armados con machetes, foizas, hachas, cuchillos, palos y honditas y tomaron de rehenes a las personas que estaban en el lugar, a quienes golpearon con elementos contundentes y siendo amenazados de muerte, según la denuncia.
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