Cuatro años después del homicidio de Carlos Ortiz Haseitel, un joven estudiante del último año de veterinaria, se conoció la sentencia para los dos sujetos acusados, quienes durante un asalto pretendían despojarlo de su mochila a escasas cuadras de su domicilio cuando este regresaba de la facultad.
En la causa fueron sentenciados José Gabriel Espínola a 20 años de prisión y Natalia Cabañas, quien fue sindicada de realizar el disparo mortal que acabó con la vida del joven, recibió una condenada de 20 años de pena privativa de libertad, más 5 años de medida de seguridad.
La abogada de la familia Ortiz Haseitel explicó que Natalia Cabañas cuenta con los agravantes de que la misma es una reincidente en casos como este y ya había estado involucrada en un hecho de homicidio doloso, además de ser una de las cabecillas de un clan de micrográfico bastante importante en la zona de San Lorenzo, puntos que han sumado para que su pena sea extendida.
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“Se hizo justicia, porque es la condena máxima que yo esperaba, teniendo en cuenta la peligrosidad de estas personas, yo vivía con temor, yo vivía entre las rejas, atrincherada prácticamente porque no podía tener una vida normal como todos al salir por la calle, andando normal sin temor, porque yo estaba en el proceso investigativo. Fui parte de impulsar, de estar al lado de los investigadores, de la Fiscalía, de los abogados, de todos para que esto pueda ser una realidad”, dijo Zunilda Haseitel a Telefuturo.
La mujer destacó además que a partir de ahora volverá a vivir, ya que durante los cuatro años de proceso debió de parar muchas cosas en su vida no solo por temor, sino que porque debió de estar abocada por completo al proceso penal para que la muerte de su hijo no quede impune, remarcando que lastimosamente a través de este proceso puede comprobar que en el país existe una gran carencia institucional en materia judicial y que esto debe de ser reforzado para ayudar a las personas.
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