La Fiscalía imputó a un futbolista por la supuesta comisión del hecho punible de violencia familiar y requirió su prisión preventiva luego de ser acusado de ejercer violencia física y psicológica por más de 10 años contra su esposa. En la última ocasión le propinó varios golpes de puño en el rostro.

La denunciante contó que el procesado, en sucesivas oportunidades, le maltrató verbal y psicológicamente. Señaló también que tienen 3 hijos en común, quienes residen con los abuelos maternos. El informe psicológico de la Fiscalía confirmó los hechos en la forma relatada por la accionante.

Los antecedentes indican que la víctima dormía en la casa de una amiga cuando el ahora encausado comenzó a llamarla insistentemente de diferentes números de teléfono y como no atendió, decidió llamar a la dueña de casa.

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Esta última le manifestó que su pareja ya estaba durmiendo; sin embargo, el sospechoso no quiso escuchar de razones y le pidió que saliera si es que no quería que le creara problemas. En ese momento le advirtió que tomara sus cosas para irse con él, pedido al que la mujer primero se negó, ya que el agresor estaba muy furioso.

Finalmente, abordó el vehículo, marca Mercedes Benz, donde el hombre continuaba reclamándole por qué no tenía consigo su maleta. Luego de que la mujer subiera al vehículo, le propinó golpes en la pierna izquierda. En el trayecto hasta que le aplicó una golpiza en el ojo en medio de una discusión.

Ante esta situación, la mujer comenzó a gritar y el conductor aceleró la marcha, ingresando a una estación de servicios, supuestamente para cargar combustible. En ese sitio, el presunto agresor le indicó que era su oportunidad de escapar y que si quería podía irse.

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La mujer salió del automóvil, pero a la fuerza el sospechoso hizo que volviera. Luego, la agredida volvió a descender y pidió ayuda a las personas que pasaban para finalmente radicar la acción penal. La identidad del acusado no se dio a conocer para proteger a la víctima.