Ciudad del Este. Agencia Regional.
El Tribunal de Sentencia de la Circunscripción Judicial de Alto Paraná ratificó hoy jueves la prisión domiciliaria para Rodrigo Fernando Florentín Dávalos, de 22 años, quien fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por el homicidio de los hermanos Osvaldo (39) y Néstor González Duarte (36), ocurrido en marzo de 2019, en el barrio cerrado Paraná Country Club de Hernandarias. Osvaldo era padrastro de Rodrigo.
El juicio oral y público culminó el 27 de mayo de este año. Florentín recuperó su libertad a los dos años y ocho meses, por lo cual la familia de los fallecidos pidió que el condenado vuelva a la cárcel de Ciudad del Este. Fue argumentada la existencia de una apelación de la sentencia y el pedido de nulidad de todo el juicio oral, por lo que sin una resolución judicial sobre los mismos Rodrigo Fernando debía volver a la penitenciaría.
El pedido judicial no procedió, según el tribunal integrado por Evangelina Villalba (presidente), Lourdes Morínigo y Serafín González (miembros), por lo que el condenado seguirá guardando prisión domiciliaria en su casa del barrio privado. La fiscala del caso, Nathalia Montanía, también había apelado la sentencia, teniendo en cuenta que pidió 25 años de cárcel para el responsable del doble crimen. La condena se dio por parte del tribunal integrado por Flavia Recalde, Milciades Ovelar y Marino Méndez con el argumento de que el doble crimen fue producto de una excitación emotiva.
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Denunciarán a jueces
El abogado querellante y a la vez hermano de los fallecidos, Carlos González Duarte, informó hoy que seguirán insistiendo para que haya una resolución sobre la apelación y, además, denunciarán ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) a los jueces que dictaron una pena muy baja para el joven, dada la magnitud de los crímenes. Anunció que se encadenará frente al Jurado de Enjuiciamiento si fuere necesario porque en la familia no están dispuestos a aceptar que el asesinato de sus dos hermanos quede sin un castigo real.
El caso se originó cuando Dominga Dávalos, madre de Rodrigo Florentín, pidió la separación a Osvaldo González Duarte, y este reaccionó violentamente con arma en mano y golpes a la mujer, instante en que intervino el joven y se produjeron finalmente disparos que acabaron con la vida de Osvaldo y Néstor González Duarte, quienes estaban juntos en la casa, según relató, en su momento, la presidenta del Tribunal del Sentencia, Flavia Recalde. La historia familiar tuvo otros antecedentes conflictivos hasta que llegó el día del doble homicidio.