Ciudad del Este. Agencia Regional.
Esta mañana se llevó a cabo la continuidad del juicio contra la ginecóloga Rossana Nikonchuk y la pediatra Gricelda Sánchez, por supuesta mala praxis, a raíz de una querella promovida por parte de la familia de la ingeniera agrónoma Raquel Miranda, quien quedó en estado inmóvil hace más de un año tras ingresar al Sanatorio Central para una cesárea.
El doctor Pablo Lemir, médico forense del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, dio a conocer ayer el dictamen de la Junta Médica conformada para la pericia del caso. Estuvo en el juicio y respondió a las preguntas del Tribunal Unipersonal a cargo de la jueza Flavia Recalde, y de las partes.
Tras intervenir en el juicio, ante el requerimiento periodístico, Lemir informó que ayer martes estuvieron en la casa de Librada Raquel y también en el Sanatorio Central para retirar la historia clínica de la misma.
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“Lo que se ha podido constatar es que esta señora quedó con secuelas, una lesión cerebral por hipoxia, que fue producto de una serie de complicaciones durante el procedimiento anestesiológico”, precisó.
Seguidamente, señaló que “allí está la dificultad que tuvieron, se le trató de hacer primero una anestesia raquídea, luego una epidural, lo que sería una anestesia local para la cesárea, luego no pudieron, le trataron de intubar tres veces, es decir, el problema principal estuvo en el proceso anestesiológico y quedará en manos del Tribunal decidir la responsabilidad que pudieran tener los médicos”.
Asimismo, refirió que “la responsabilidad principal en los problemas de preparación está en manos del médico anestesiólogo, si bien podría haber una responsabilidad de parte de la cirujana por no haber indicado un antiemético, un medicamento para el vómito, esa no indicación debió ser subsanada por un anestesiólogo en el momento de la evaluación preanestésica”.
Como conclusión del dictamen, el doctor Lemir sostuvo que sí pueden decir que “no hubo una atención adecuada en la preparación preoperatoria por parte del médico anestesiólogo y eso generó a una serie de complicaciones posteriores que llevaron a un daño”.
El anestesiólogo al que hace alusión el forense es el doctor Rodolfo Ritter, con quien la familia llegó a un acuerdo extrajudicial.
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