Los agentes policiales Carlos Brítez y José Silva admitieron en el juicio oral y público que enfrenta Pablo Ferreira, acusado por lesión culposa, que al momento de trasladar a Ferreira a la sede de la Policía Caminera para ser sometido a la prueba de alcotest le compraron para su desayuno en una despensa. Este mal procedimiento policial pudo haber afectado hasta la carátula del presente caso debido a que con la ayuda de los uniformados se pudo haber reducido el grado de alcohol dentro del organismo del hoy querellado.
Ferreira está siendo juzgado por haber atropellado a Juan Manuel Teixidó y a otro ciclista, hecho ocurrido en el kilómetro 48 sobre la avenida General Higinio Morínigo de San Bernardino. El caso está siendo juzgado por la magistrada de sentencia Cristel Muller y prosigue el próximo 22 de abril, cuando ya se podría dictar sentencia de primera instancia.
La abogada Teresa Servín, querellante y representante de Teixidó, manifestó que “los agentes policiales afirmaron al tribunal unipersonal que le compraron el desayuno a Ferreira y esa situación pudo interferir para que se reduzca el grado de alcohol que dio el querellado”. Asimismo, la referida profesional criticó la actuación policial señalando que “el procedimiento policial fue negligente y obstruyó el presente caso”.
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Por su parte, la víctima del hecho, Juan Manuel Teixidó, señaló: “Una cosa es el atropello que me realizó esta persona, pero yo en realidad creo que lo más escandaloso es la complicidad de la Policía, porque ponete a pensar si a cualquier ciudadano que le detienen le van a llevar a comprar el desayuno para que pueda hacerse el alcotest”.
Seguidamente, agregó que “el alcotest salió 0.27 tres horas después y con ayuda de la Policía y el desayuno. Estoy en todo mi derecho de preguntarme si la Policía no le ayudaba en realidad hubiera dado 0,80 y ya el Ministerio Público iba a accionar por exposición al peligro, para mí afecta la carátula del caso el hecho de que la Policía le haya ayudado de esta manera”.
Antecedentes
El accidente de tránsito en cuestión ocurrió el 6 de enero del 2019 a la altura del kilómetro 48, sobre la avenida General Higinio Morínigo de la ciudad de San Bernardino. Involucró al conductor Pablo Ferreira, de 29 años, hijo del entonces titular de la Ande, Pedro Ferreira, quien fue sometido a la prueba de alcotest, que arrojó resultado positivo con 0,27.
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