La jueza penal de Garantías Cynthia Lovera ordenó la prisión preventiva en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional del narcopiloto más buscado por autoridades de los EEUU, Ronier Sánchez Alonso, de 44 años de edad. El hombre fue detenido por contar con notificación roja en Interpol y con orden de arresto con fines de extradición a los Estados Unidos.
Asimismo, el extranjero decidió no someterse a la extradición abreviada, lo que iba a permitir que el detenido en días sea extraditado a los EEUU. Ahora, la justicia norteamericana deberá presentar todos los documentos sobre el proceso penal que enfrenta Sánchez.
Los agentes especiales de la Senad, mediante informaciones entre instituciones y en coordinación con la DEA de los Estados Unidos y el Ministerio Público de nuestro país, realizaron un procedimiento en el barrio Murucuyá de la ciudad de Asunción que permitió la detención de Ronier Sánchez Alonso, piloto de nacionalidad mexicana quien cuenta con proceso en los EEUU.
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El hoy detenido está siendo investigado en Norteamérica por conspiración y tráfico internacional por vía aérea, desde zonas de producción de cocaína en Sudamérica hasta centros de redistribución en Centroamérica y el Caribe, controlado por cárteles mexicanos.
De acuerdo a la investigación, el hoy detenido estaba prófugo y se ocultó en Brasil desde el 2016 después de un aterrizaje forzoso en Venezuela, a bordo de una aeronave tipo jet matriculada en los Estados Unidos. La aeronave estaba siendo utilizada para transportar aproximadamente dos toneladas de cocaína.
Ronier Sánchez ingresó a nuestro país en fecha 22 de marzo del este año por el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, procedente de la República Federativa del Brasil, utilizando aparentemente un pasaporte de contenido falso. Su presencia en el país era con intenciones de comprar una aeronave tipo jet, la cual presumiblemente sería utilizada en el futuro para actividades ilícitas.
Asimismo, se maneja la información de que el piloto detenido trabaja para cárteles mexicanos y colombianos utilizando aviones tipo jet que le permitían llevar entre 1.500 a 2.000 kilos de cocaína por vuelo. El mismo tenía la habilidad para sacar la droga por Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú respectivamente. El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, es el encargado del presente caso.
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