La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, integrada por los ministros María Carolina Llanes, Manuel Ramírez Candia y Luis María Benítez Riera, debe destrabar la querella por difamación que se presentó contra la directora del diario Abc Color, Natalia Zuccolillo, y el periodista Juan Carlos Lezcano. La acción judicial fue entablada por la exviceministra de Tributación Marta González, a raíz de publicaciones falsas del diario Abc Color.
Los altos magistrados deben resolver la chicana planteada por la defensa de los responsables del medio de comunicación, consistente en la apelación de la resolución del Tribunal de Apelación, Primera Sala, que rechazó la inhibición del juez de sentencia Elio Ovelar. Es decir, la presentación hecha por la defensa de los querellados es al solo efecto de dilatar el presente caso.
Es importante mencionar que la Cámara de Apelaciones había fundado su rechazo en la evidencia de que el procesado Juan Carlos Lezcano forzó la inhibición del magistrado Ovelar, violando el artículo 112 del Código Procesal Penal (CPP), al cambiar repentinamente a sus defensores por el abogado Álvaro Arias, comprendido en causal de inhibición con respecto al magistrado Elio Ovelar. Cabe señalar que el propio Arias, en su escrito de solicitud de intervención, ya había pedido al magistrado que se apartara del caso.
El abogado Jacinto Santa María, representante legal de la exviceministra de Tributación Marta González Ayala, señaló: “Recurriendo una vez más al miserable recurso de la chicana, tantas veces criticado por Abc cuando otros lo utilizan, la defensa de Natalia Zuccolillo y Juan Carlos Lezcano una vez más ha logrado paralizar el proceso en su contra, impidiendo el inicio del juicio oral y público que ya lleva un año de retraso”.
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Agregó: "Condeno duramente la caradurez, el cinismo y la hipocresía de los acusados, y sus abogados, quienes han convertido un proceso judicial civilizadamente iniciado por la querellante en una miserable guerra sucia plagada de presiones y mentiras proferidas desde el diario Abc, que lo único que logran es dejar en evidencia la desesperación de los acusados, ante la abrumadora cantidad de pruebas que demuestran su deliberada intención delictiva, agravada por la torpeza de sus últimas publicaciones falaces y contradictorias; y su absoluta orfandad de argumentos para rebatir los fundamentos de la querella”.
Del mismo modo sostuvo que “lo que más llama la atención es la hipocresía y el cinismo con que el diario Abc y sus medios satélites pretenden tomarnos a todos por imbéciles; mienten torpemente; presionan groseramente a los jueces; dicen libremente lo que quieren de nosotros, y al mismo tiempo se presentan como víctimas de un supuesto ataque nuestro contra la libertad de prensa, cuando paradójicamente es su propia directora, Natalia Zuccolillo, quien está atentando alevosamente contra la libertad de prensa con la acción judicial que presentó para impedir que todos los medios de prensa del país puedan acceder, filmar y difundir libremente el juicio oral en su contra, que por imposición de la ley debe ser incuestionablemente público”.