Fue un 8 de abril del 2010, cuando un tribunal de sentencia condenó a ocho años y medio de prisión a cinco cadetes por violar a una de sus compañeras, también aspirante de la Academia Militar Mariscal Francisco Solano López (Academil) de Capiatá. Dicho tribunal estuvo integrado por los jueces Silvio Reyes, Alba González y Blas Cabriza.

Este colegiado encontró culpable a los aspirantes a la milicia por el delito de abuso sexual, hecho ocurrido el 18 de marzo del 2008 en una fiesta privada fuera del colegio militar, donde resultó víctima una estudiante del cuarto año de la Academil.

Los condenados a ocho años y medio de cárcel fueron: Leonardo Martínez, Francisco Sotelo y César Candia, como autores principales y a dos años y medio: Gustavo Román y Guillermo Benítez, estos últimos en carácter de cómplices.

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Durante la lectura de la resolución, los jueces de sentencia expresaron que se constató que la víctima estaba inconsciente al momento de perpetrase el abuso y en ningún momento se demostró consentimiento de su parte. En aquel entonces, los sentenciados fueron trasladados directamente al penal de Tacumbú.

El presente caso desató un escándalo en la Academil, ya que fue intervenida tras la incautación de un teléfono móvil que contenía la filmación del abuso. Según los abogados de la mujer, la misma fue drogada durante la fiesta para luego perpetrar el hecho.

El juez penal de garantías Hugo Sosa Pasmor fue quien elevó el caso a un juicio oral y público donde los acusados fueron sentenciados a varios años de pena privativa de libertad. La fiscala en aquel entonces fue Carla Bacigalupo, hoy ministra de Trabajo, quien también pidió que el presente proceso se discuta en un juicio oral y público.

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