Las imágenes del circuito cerrado del PLRA que se dieron a conocer luego de tres años confirmarían que la dirigente del Partido Liberal Olga María Paredes Brítez contaminó con su llamativa actuación la escena del crimen donde fue asesinado el joven Rodrigo Quintana en la madrugada del 1 de abril del 2017. Esta situación incluso puede llamar la atención del Ministerio Público a raíz de que podría incidir en la investigación fiscal.
A partir del nuevo hecho que se dio a conocer se podrán dar consecuencias jurídicas, explicó el abogado Eduardo González, representante legal del suboficial de la Policía Nacional Gustavo Florentín. “Como se modificó la escena del crimen, a partir de ahí se hicieron las pericias; pero si se adultero esa escena, todo lo que se hizo posteriormente no tiene validez”, argumentó.
La actuación de la dirigente liberal estaría sembrando dudas sobre cómo y quién asesinó realmente a Quintana, debido a que en las imágenes del circuito cerrado se observa claramente que la mujer está empujando lo que sería una vainilla servida. Ante esta situación, la defensa del agente policial, Gustavo Florentín, podría pedir la nulidad de todo el proceso por el grave hecho que quedó demostrado a través de las imágenes del circuito cerrado del PLRA.
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En el video se observa específicamente a tres personas supuestamente plantando evidencias. Una de ellas sería Fernando Cáceres, quien se sienta en la escalera y deposita en el piso lo que serían vainillas servidas de escopetas.
Luego aparecen dos mujeres. Una de ellas sería una tal Carmen, que señala los proyectiles y ordena que se ubique en otro lugar. Ahí aparece en escena la que sería Olga María Paredes Brítez, allegada al presidente del PLRA, Efraín Alegre, quien empujando con los pies ubica las vainillas que previamente fueron plantadas por Cáceres para que queden debajo de una silla, en la dirección donde cayó muerto el joven dirigente Rodrigo Quintana.
El caso salió a la luz luego de que la defensa del uniformado haya accedido a las imágenes del circuito cerrado del PLRA, lugar donde se registró el hecho. “Sacaron la vainilla que hubiese demostrado al asesino para reemplazar por otra vainilla que en realidad le esconde al asesino” explicó.