La Justicia condenó ayer a cuatro años y seis meses de cárcel a un hombre que por tres años abusó de su hija desde los 8 años de edad. La víctima le contó a su mamá de lo sucedido pero ella no la creyó. Varios años después, se animó a recurrir a sus profesoras y ante esto la directora de su colegio denunció el hecho. Recién después la madre se dio cuenta de su error y apoyó completamente a la pequeña.
La fiscala María José Abed explicó en una entrevista radial por qué el hombre que abusó de su hija recibió una condena de tan solo 4 años y 6 meses de prisión. En ese sentido, dijo que el hecho ocurrió cuando aún estaba vigente la ley anterior, que castigaba estos casos con una pena máxima de seis años cuando existían manoseos.
“El hecho ocurrió entre el 2011, 2012 y 2013, en esa época regía la ley cuyo máximo de la pena era de 6 años. En este caso no hubo coito, sino que manoseos. En el 2016 se denunció el hecho y a fines del 2017 fue imputado el padre, pero estuvo prófugo y recién en setiembre del 2018 fue detenido y llevado a la cárcel de Emboscada, donde sigue recluido”, indicó.
La entrevistada reconoció que también a ella le parece muy leve la condena, pero reiteró que no se puede juzgar al ahora condenado con la ley actual, porque no puede ser retroactiva. Desde el 2017 está en vigencia la normativa que eleva la pena hasta 15 años por manoseos.
La investigadora relató que este degenerado aprovechaba que su esposa consumía pastillas para dormir, porque sufría de varias enfermedades. La mujer entraba en un sueño profundo y no tenía idea de las depravaciones que hacía su esposo. Sin embargo, en una ocasión la víctima no resistió más y terminó contando a su madre lo que estaba pasando, pero no la creyó.
Abed siguió contando que pasaron los años, continuaron los manoseos, y la niña recurrió a sus profesoras para decirles su terrible situación. Fue la directora de la casa de estudios quien radicó la denuncia.
Si bien la madre fue imputada por violación del deber del cuidado al no creer al principio a su hija, ahora tiene medidas alternativas de la Justicia, luego de que ayudara en todo momento a la víctima y esta decidiera seguir viviendo con ella. “La mujer nunca más visitó a su esposo en la cárcel”, resaltó la fiscala.