Los funcionarios del cementerio de Capiatá que realizaron el entierro de un difunto fuera del horario establecido fueron imputados por violación a la cuarentena sanitaria. El hecho punible fue denunciado en la Comisaría 8ª Central de Capiatá por los vecinos.
La fiscala Carolina Martínez, de la Unidad Penal N° 1, formuló la imputación contra Pablo Sebastián Ayala y Pastor Salcedo Sanabria. La representante del Ministerio Público solicitó además al Juzgado Penal de Garantías que aplique las medidas alternativas a la prisión preventiva.
Los vecinos, con miedo y sorprendidos por el horario atípico, decidieron denunciar el hecho ocurrido el viernes a las 18:30 a través de una llamada a la oficina policial de guardia. Tras ello, los agentes del orden se acercaron hasta el portón 4 del cementerio, donde se encontraba el funcionario municipal y otras dos personas que dijeron ser hijos del difunto.
La Fiscalía tomó conocimiento del hecho luego de confirmarse que el intendente de la ciudad no autorizó dicho sepelio nocturno; según declaró el asesor jurídico de la municipalidad, los encargados no contaban con la orden de trabajo.