El déficit de cuidados intensivos siempre fue notorio en el Paraguay debido a que no se cuenta con la suficiente infraestructura y tampoco con el personal idóneo para habilitar más camas, según admiten las propias autoridades sanitarias.

Los familiares de pacientes para UTI mueven cielo y tierra para conseguir una cama, y es eso lo que hicieron los cercanos a una recién nacida prematura, que precisaba de cuidados intensivos para seguir viviendo.

Para obtener la atención especializada, los padres acudieron a la Defensoría de la Niñez, donde la abogada de turno, Laura Gauto, solicitó una medida cautelar urgente de internación a UTI Infantil al juez de la Niñez de turno, el abogado Guillermo Travato Fleitas.

La recién nacida es la segunda de un gemelar, cuya madre padece de toxoplasmosis no tratada. La defensora explicó que la bebé nació extremadamente prematura y solo tiene 1,260 kg, por lo que precisa de los cuidados intensivos.

Ante la situación extrema, el Juzgado solicitó informe al SEME y, por primera vez, el reporte de cama fue cero, tanto en terapias públicas y privadas que cuenten convenio con el Ministerio de Salud Pública, por lo que ordenó a la cartera de Estado que arbitre de inmediato la internación en UTI infantil de la niña.

Tras varias horas de gestión, los responsables comunicaron al Juzgado que la niña ya estaba en proceso de traslado al Hospital Ineram, dándose cumplimiento a la orden judicial que buscaba afanosamente la protección de los derechos de la niña a vivir.

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