Un tribunal de sentencia conformado por los jueces Juan Gómez, Nancy Roa y Élida Bogado aplicó la leve condena de dos años de cárcel –con suspensión de la ejecución de la pena– a César Darío Portillo Colmán, acusado por trata de personas en su modalidad de explotación laboral. De acuerdo a la investigación fiscal, Portillo Colmán era la persona que explotaba laboralmente a un niño e incluso lo utilizó como jinete y el menor en una de las carreras cayó del caballo y murió. Asimismo, el colegiado absolvió de culpa y pena a Isidro Francisco Jorgge Duré, quien era el encargado de captar a las personas para que luego sean explotadas.
Las agentes fiscales Claudia Morys y Nathalia Acevedo, de la Unidad Especializada de Lucha contra la Trata de Personas y la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, sostuvieron la acusación con suficientes elementos probatorios durante la audiencia pública, pero los jueces de sentencia consideraron que la pena justa es de tan solo dos años de cárcel con suspensión de la ejecución de la pena.
Las representantes del Ministerio Público habían solicitado la pena de 12 años de cárcel para Portillo y 8 años de prisión para Jorgge.
Según el testimonio de la madre de la víctima, la pobreza en la que se encontraba obligó a entregar a su hijo a Portillo, ya que fue recomendado por Jorgge, amigo de la familia, quien le habría propuesto llevar al menor para que trabajara como secretario de Portillo en el establecimiento rural en Mbocayaty, departamento de Guairá, y de esa manera podría estudiar.
El niño, una vez que llegó al establecimiento, propiedad de César Darío Portillo, realizó tareas de limpieza y cuidado de los caballos. Además, se constató que la víctima dormía en las caballerizas y no le proporcionaban la alimentación adecuada; también el patrón hizo del niño jinete de caballos de carreras (pese a que dicha actividad está prohibida para menores de edad).