Las autoridades del Instituto de Previsión Social (IPS) nunca profundizaron el sumario abierto en su momento a la hoy senadora Lilian Samaniego, quien se desempeñaba como funcionaria de la previsional. Mientras ocupaba el cargo de jefa del parque sanitario, el robo de medicamentos era una constante y la misma nunca realizó las denuncias correspondientes.

  • Unidad de Investigación Nación Media

La senadora Lilian Samaniego decidió abrir el paraguas y ponerse a la defensiva hace unos días. Esto luego de que el IPS reviera su postura de negar información pública y finalmente entregara –aun­que parcialmente– los docu­mentos que forman parte del legajo de servicio de Sama­niego, quien ocupaba cargos en la previsional antes de lle­gar al Senado.

Samaniego inició como una modesta funcionaria de la farmacia del Hospital Cen­tral del IPS y de ahí tuvo millonarios crecimientos. La senadora dijo estar tran­quila porque fue sobreseída en su momento de las causas administrativas y judicia­les abiertas en su contra. Sin embargo, tal tranquilidad no se notaba puesto que ella fue quien convocó a una confe­rencia de prensa antes de que se publicara nada.

El proceso interno abierto contra Samaniego revela que el IPS no agotó las instancias sumariales, supuestamente porque dejaba en manos de la Justicia la investigación sobre el robo de medicamentos

EL ROBO DE MEDICAMENTOS

La senadora abdista fue sumaria e imputada en 1998, debido a que se detectó un millonario robo de medica­mentos. El proceso tuvo ori­gen en julio de 1998 cuando la ciudadana boliviana Villalba Acosta fue detenida con un importante lote de medica­mentos con la inscripción ‘’Uso exclusivo del IPS’', que pensaba llevar a Bolivia para su comercialización.

La extranjera relató que los medicamentos fueron pro­veídos por Martha Barúa de Arnold, quien fue dete­nida por la Policía. La mujer mencionó que normalmente adquiría estos medicamen­tos en las inmediaciones del Mercado 4, según se puede extraer de los archivos. Pos­teriormente se comprobó que el esposo de esta, Teo­doro Arnold, también estaba implicado en la venta ilegal de los fármacos.

La investigación policial per­mitió la detención de Franco López, propietario de un camión en cuya carrocería fueron encontradas cajas con fármacos del IPS. El procedi­miento se llevó a cabo en una vivienda situada en el barrio San Vicente, vecina a la casa de la hoy senadora.

SIN DENUNCIAR Y SUMARIO SIN TERMINAR

De acuerdo con los fiscales intervinientes, el robo de medicamentos era una cons­tante en la previsional en ese entonces. Samaniego se des­empeñaba como jefa del par­que sanitario cuando ocu­rrieron los hechos. El relato señala que la misma no rea­lizó denuncia alguna.

Según la versión fiscal que obra en los documentos, exis­tieron indicios suficientes que justificaron la imputación de Samaniego en el escandaloso caso de robo de medicamen­tos que sacudió a la previsio­nal en tiempos que esta era jefa del parque sanitario. Uno de los indicios más contun­dentes es que el camión en el que fueron encontrados los fármacos era propiedad de la ahora senadora.

La previsional tiene pen­diente aún la entrega de los documentos completos del sumario abierto a Samaniego en ese entonces. Sin embargo, una parte del considerando de la resolución del Consejo de Administración de noviem­bre de 1998 por la que fue absuelta la entonces funcio­naria revela que la institución ni siquiera ahondó en el caso.

La citada resolución del Consejo entregado a nuestro medio, señala que los repre­sentantes de la previsional reconocieron que “no se ago­taron los trámites sumaria­les”, bajo el argumento de que dejaban en manos de la Jus­ticia la investigación sobre Samaniego. Curiosamente, el Poder Judicial decidió sobre­seer a la entonces funciona­ria, quien fue repuesta en el cargo.

MODESTA QUÍMICA

De acuerdo con los documen­tos publicados por el IPS, una joven Lilian Samaniego ingresó a la institución en julio de 1992. El Consejo de Administración de la insti­tución la nombró para cum­plir funciones en la farmacia del Hospital Central del IPS.

En ese entonces, ingresó con un sueldo de G. 558.700. Los documentos –aún incomple­tos– revelan que en 2001 fue promovida a asesora química de la Presidencia del IPS. Para ese entonces, su sueldo supe­raba los G. 3.343.200, siempre de acuerdo con lo que se des­prende del legajo incompleto. En junio de 2003, Samaniego solicitó permiso de seis meses tras ser electa como senadora: permiso que le fue renovado en noviembre de 2004, por el término de un año. La previ­sional no adjuntó documento alguno que demuestre si la senadora fue dada de baja por completo o si el permiso vol­vió a ser renovado.

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